Dança de la Muerte / Dança de Morte
de Ana Zamora
coproducido con el Teatro da Cornucopia de Lisboa
Las Danzas de la Muerte son un tema de extensión inabarcable, ocupan diversos territorios literarios, participan de múltiples manifestaciones artísticas y se relacionan con el teatro, la música, la danza, el folclore y otros fenómenos artísticos y sociales. Aunque aún hoy tengamos grandes incertidumbres en torno a su origen y desarrollo, podemos afirmar que llegaron a invadir todo el último medioevo europeo, constituyendo un ejemplo de transmisión cultural sin precedentes, saltando de país en país en un cúmulo de relaciones, de influencias entre artistas, poetas y creadores.
“LA DANZA DE LA MUERTE Y LA CONSTITUCIÓN DEL CARÁCTER EUROPEO”,NÚCLEO TEMÁTICO PARA LA TEMPORADA 2009/10
Las Danzas de la Muerte son un tema de extensión inabarcable, ocupan diversos territorios literarios, participan de múltiples manifestaciones artísticas y se relacionan con el teatro, la música, la danza, el folclore y otros fenómenos artísticos y sociales. Aunque aún hoy tengamos grandes incertidumbres en torno a su origen y desarrollo, podemos afirmar que llegaron a invadir todo el último medioevo europeo, constituyendo un ejemplo de transmisión cultural sin precedentes, saltando de país en país en un cúmulo de relaciones, de influencias entre artistas, poetas y creadores.
Siguiendo esta vía de intercambio intercultural, base en la constitución del carácter europeo, Nao d´amores (España) y el Teatro da Cornucópia (Portugal), abordan una producción conjunta, un espectáculo inspirado en textos españoles y portugueses de los siglos XV y XVI, que giran en torno a la temática de la Danza Macabra. Un montaje que integra el trabajo actoral, el teatro de títeres y la interpretación musical en directo con reproducciones de instrumentos de la época, para recrear un género dramático, que fue el motivo favorito de una sociedad que terminaba su existencia y que en ella plasmó su mensaje de sátira y de esperanza.
Dança da Morte / Dança de la Muerte, es una fantasía de la imaginación popular, un viaje en el tiempo para revivir los mitos que ayudaron a mitigar el absurdo de la muerte, desde el contexto actual en el que se tiende a negarla y a alejar su recuerdo, en el que hemos sustituido el anhelo ancestral de la inmortalidad por la ficción inmadura de la amortalidad.
EL BAILE: CONJURO ANTE LA MUERTE (1)
(Referentes históricos)
La danza de la Muerte, es una sucesión de textos e imágenes presididas por la Muerte como personaje central - generalmente representada por un esqueleto, un cadáver o un vivo en descomposición - y que, en actitud de danzar, dialoga y arrastra uno por uno a una relación de personajes habitualmente representativos de las diferentes clases sociales.
El tema de la muerte, insoslayable, que a todos alcanza, sea cual fuere su condición social, el poder, la fuerza, el saber, el sexo, la edad o los méritos es una idea que aparece ampliamente expresada desde el siglo XII. Sin embargo, la Danza Macabra como género literario, coreográfico y espectacular, nace probablemente a raíz de las pandemias que azotaron Europa desde 1347: la peste neumónica o bubónica que se llevaba por delante a todo el mundo, fuere cual fuere su rango, su condición y su edad. Se extiende por toda Europa, fundamentalmente por los países con puerto, siendo mares y ríos vía de contagio, muriendo en dos años, la tercera parte de la población. En este contexto de psicosis colectiva, espeluznante paroxismo en que la vida está constantemente amenazada, se perfila el tema de la Danza Macabra. El hecho es que a partir de 1380 la iconografía macabra toma un vuelo hasta entonces desconocido y el arte de la muerte se transforma profundamente: aparece la desolación, los gusanos, la desnudez del cadáver, el aspecto torturado, la podredumbre de la carne, con una morbosa complacencia desconocida en la tradición cristiana.
Durante toda la Edad Media la lucha de la Iglesia contra las supersticiones es constante, siendo uno de los cultos más enraizados el que giraba en torno a los muertos, que cobran renovada intensidad ante la avalancha de mortandades y deben influir en la Danza Macabra, que parece una controlada concesión de la iglesia a la avasalladora necesidad de conjurar a la muerte.
A lo largo del siglo XV y buena parte del siguiente, las composiciones macabras se hicieron eco de una sensibilidad sin prejuicios, franca y auténtica, que sería sepultada por la Contrarreforma con la desaparición o la transformación de esta modalidad plástico-coreográfica. Se da la espalda a la gran experiencia espiritual que había creado la Danza Macabra y sus diversas encarnaciones iconográficas, y las formas modernas de piedad y de devoción, aunque ancladas poderosamente en el sentido de la muerte, desterraron la ironía y el humor macabro, y tuvieron que someterse a la interpretación dictada por el clero. De esta forma, fuera del ámbito popular, la producción de danzas macabras, prácticamente se agotó.
(1) Fragmento extraído de: MASSIP, Francesc y KOVÁCS, Lenke: “El baile: conjuro ante la muerte. Presencia de lo macabro en la Danza y l Fiesta Popular”, Ciudad Real, CIOFF España, 2004.

LA MÚSICA
… y al cabo viene la Muerte
que no nos dexa ninguno.
(J. de la Encina, Todos los bienes del mundo)
La obra musical más antigua que conservamos sobre el tema de la muerte - Ad mortem festinamus - está contenida en el Llibre Vermell de Montserrat, una colección de diez danzas que los monjes del monasterio utilizaban seguramente para uso de los romeros. A finales del s.XV, esta melodía fue copiada en un fresco del monasterio de San Francisco, en Morella, y aparece también en dos manuscritos alemanes de principios del XV, constituyendo, como apuntan M.C.Gómez y F.Massip, una primera “versión oficial” europea, de lo que será, en siglos sucesivos, la popular Danza de la Muerte.
Las descripciones de los Triunfos de la Muerte, comparsas macabras y celebraciones similares realizadas desde el s.XIV al XVI nos muestran el papel que la música tenía en estas escenificaciones, y los instrumentos habitualmente utilizados para acompañar el canto y la danza.
Los expertos establecen que hacia fines del s.XV, la danza de la muerte, que se presenta ya por parejas, es la muy extendida morisca , relacionada con los matachines del s.XVI-XVII, que aun se bailan en Méjico. Fuentes musicales son también los libros de laúd, que contienen colecciones de danzas, y los cancioneros españoles, que recogen textos como el de Juan de la Encina que encabeza este texto, y que aluden a la muerte.
Rastrear los motivos musicales, las canciones, danzas y ritmos, que pudieron acompañar estas comparsas macabras, que derivaron de ellas, o que tuvieron alguna relación temática, coreográfica o musical, y establecer así una base musicológica sobre la que construir la música y los sonidos de este espectáculo, fue la primera aportación musical a este nuevo proyecto.
En esta búsqueda, hemos barajado músicas que van desde el Llivre Vermeil a la Venecia del siglo XVII, con los matachines convertidos en personajes de la Comedia del Arte, una tradición que se extiende a la escena barroca española. Hemos escuchado cantos populares, ritmos de danzas que aún perviven, bailes de niños difuntos, y estudiado relaciones entre matachines, morescas y danzas de bufones. Hemos rastreado en los cancioneros textos castellanos que contienen desde la alusión directa a la muerte, a la cita o la parodia del Oficio de Difuntos.
Con todo esto, las vías posibles se ampliaron considerablemente, y acotar el trabajo fue la siguiente tarea. La cita del conocido Ad mortem festinamus del Llibre Vermell parecía obligada, pero afinar la música que corresponde mejor a cada personaje llamado a este Danza Macabra, parecía muy necesario.
Las danzantes y el salmista de la entrada inician la ceremonia entonando la primera Antífona y Salmo 114 con que comienzan las Vísperas del Oficio de Difuntos: Placebo Domino in regione vivorum. Las plañideras, contratadas para llorar a los muertos, eran llamadas precisamente Placebos (y este término pasó después a la terminología médica, para denominar el efecto de fingimiento). Nuestras Placebos danzan sobre un ritmo similar al de la danza de espadas popular de Cantabria y norte peninsular.
El hilo conductor de los personajes eclesiásticos proviene del cantollano del Oficio y la Misa pro Defunctis, al que hemos añadido citas polifónicas de Antoine Brumel (el primer Dies Irae en polifonía conservado y la Comunio, de su Misa de Requiem), Ockeghem (Introito Missa pro Defunctis), Josquin Desprez (De profundis), y Cristóbal de Morales (Invitatorio del Oficio de Maitines de Difuntos).
El rey danza a los compases de Mortal tristura me dieron de Juan de la Encina, que contiene el motivo del Circumdederunt me doloris mortis que los danzantes entonaron a la entrada. El portugués Pedro de Escobar y algún otro anónimo del Cancionero de Elvas parecían obligados en esta cita hispano-portuguesa, en la que la Danza de la Muerte hispana se combina con textos de las Barcas de Gil Vicente, quien nos proporciona también dos villancicos castellanos citados directamente en la Barca da Gloria: Nunca fue pena mayor y Lo que queda es lo seguro.
Rabino y alfaquí danzan con músicas construidas sobre melodías tradicionales. Al más “refinado” de los personajes civiles, el corregidor, se asignó música de Guillaume Dufay, que no podía faltar en este viaje. El Daca bailemos de Juan de la Encina refleja bien el carácter del labrador, como Pásame por Dios barquero de Escobar el de la esposa al fin enamorada. El embarque definitivo de los personajes se realiza al son de la danza De Doot (La Muerte), que aunque proviene del libro de laúd Thysius, tiene un sospechoso parecido con los conocidos Matachines o Buffons del tratado de danza de Arbeau. Finalmente, de Italia - aunque con cierto carácter hispánico - nos llega la música de la partida: la Calata alla spagnola de Joan Ambrosio Dalza, y Voga la galiera del Cancionero de Montecassino, relacionado con la corte aragonesa de Nápoles.
Sirva todo ello al montaje de este espectáculo, y también de homenaje a tan estupendos músicos como los que aquí convocamos... y los que faltan a la cita, porque no caben en la Barca.
Et lux perpetua luceat eis
Alicia Lázaro
UN ESPACIO ESCÉNICO PROPIO
Dança da Morte / Dança de la Muerte, puede representarse en dos formatos diferentes: en versión estándar para teatros a la italiana, o en adaptación espacial específica para nuestro "teatro itinerante de Nao d´amores".
Esta segunda opción, se realiza en un espacio propio, una especie de coro catedralicio realizado en madera, que integra un aforo máximo de 130 espectadores en bancos de diferentes alturas ubicados a tres bandas, cuatro bloques de escaleras de acceso y dos plataformas adosadas para control técnico de iluminación y sonido, que cumple todas las normativas de seguridad legal de espectáculos.
Se trata de un "teatro sin techo" que define una identidad propia, un auditorio reducido que contribuye a una mayor proximidad y concentración, que genera un ambiente acogedor sin romper el aire solemne inherente a la ceremonia del teatro; un formato ideal para propiciar el encuentro íntimo entre actores y público.
TEATRO DA CORNUCÓPIA
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El Teatro da Cornucópia tiene 36 años de existencia ininterrumpida. Fue fundado en 1973 por Jorge Silva Melo y Luís Miguel Cintra, procedentes del teatro universitario, que reunieron en torno a su proyecto de compañía de teatro un pequeño grupo de actoresrofesionales. Hasta el 25 de Abril de 1974 trabajó sin sede propia y fue apoyado por subvenciones esporádicas de la Fundação Calouste Gulbenkian. El programa inicial, condicionado por la censura fascista, se centraba en el repertorio clásico (Molière e Marivaux). A partir de 1974 se centró en la dramaturgia contemporánea con la intención de construir un teatro de reflexión con una función activa en la realidad cultural portuguesa. En un primer ciclo temático (pequeña burguesía-revolución-dominación ideológica) llevó a escena Terror e Miséria no Terceiro Reich de Brecht, Pequenos Burgueses de Gorki, Ah Q de Jean Jourdheuil y Bernard Chartreux, Casimiro e Carolina de Odon Von Horváth, Woyzeck de Büchner, Alta Austria y Música Para Si de Kroetz y O Treino do Campeão Antes da Corrida de Michel Deutsch. En esa etapa, la compañía contó con la colaboración dramatúrgica de Jean Jourdheuil, y en esa misma fase ingresó la escenógrafa Cristina Reis que, a partir de 1980, con la salida de Jorge Silva Melo, vendría a compartir la dirección con Luis Miguel Cintra.
.La compañía ha creado muchas veces ciclos temáticos como propuestas de reflexión. Así dedicó a lo cómico y a la comedia un ciclo en el que incluyó un espectáculo Karl Valentin, un espectáculo Plauto, Capitão Schelle, Capitão Eçço de Rezvani, O Labirinto de Creta de António José da Silva (o Judeu), Não se Paga, Não se Paga de Dario Fo. A partir de 1983 con su espectáculo Oratória (montaje de textos de Gil Vicente, Goethe e Brecht) la compañía centra su repertorio en un tema al que llamó “O Mal Estar do Nosso Tempo” donde incluyó Mariana Espera Casamento de Jean Paul Wenzel y Novas Perspectivas de Xaver Kroetz, A Missão de Heiner Müller y O Parque de Botho Strauss. A pesar de estar menos organizada en ciclos temáticos, la programación posterior a 1985, se construye bajo una tendencia eminentemente reflexiva y poética que se va acentuando, con espectáculos como Ricardo III de Shakespeare, un ciclo de tres espectáculos de Strindberg o la Trilogia da Guerra de Edward Bond. La reflexión sobre diferentes temas acabó por extenderse al propio teatro como representación de la vida. Así, la compañía dedicó a ese tema un ciclo en el que incluyó O Público de García Lorca, Céu de Papel (montaje de textos de Pirandello y Beckett), Salada (una recopilación de números tradicionales de payasos) y Um Poeta Afinado de Manoel de Figueiredo.
El Teatro da Cornucópia ha llevado a escena algunos de los grandes clásicos de todos los tiempos (Gil Vicente, Shakespeare, Wycherley, Tchekov, Strindberg, Beaumarchais, Lenz, Hölderlin, Kleist), y ha abordado textos de muchos géneros, pero su orientación no es la de una compañía de repertorio. Pretende intervenir culturalmente en la sociedad portuguesa y no abdicar del teatro como terreno privilegiado de creación artística y gran instrumento de pensamiento de las sociedades. La programación reciente ha intentado conservar el carácter más experimental de su trabajo. Desde 1990 ha abordado algunos de los dramaturgos de escritura más radical del siglo XX (Beckett, Orton, Botho Strauss, P. Handke, Edward Bond, Genet, Gertrude Stein, Lars Nóren, Brecht, Pasolini, Fassbinder). A propósito de la caída del régimen comunista en los países del Este, en 1992 volvió a Heiner Müller de quien hizo una nueva escenificación de A Missão y Mauser. Hizo el estreno mundial de dos textos: O Colar de Sophia de Mello Breyner Andresen en 2002 y A Cadeira de Edward Bond en 2005. Elaboró varios espectáculos a partir de textos no teatrales: de Raul Brandão, la Primavera Negra; de Francisco de Holanda, Diálogos sobre a Pintura na Cidade de Roma; el poema A Margem da Alegria de Ruy Belo. Ha invitado a directores extranjeros: Stephan Stroux, Christine Laurent, Brigitte Jaques; produjo y coprodujo espectáculos de jóvenes directores (Miguel Guilherme, José Meireles, António Pires, José Wallenstein, Ricardo Aibéo) y un espectáculo de novísimos actores (O Dia de Marte).
A partir de 1974 el Teatro da Cornucópia ha sido regularmente subvencionado por el Estado y ha recibido apoyos puntuales de la Fundação Gulbenkian y de varias entidades como el Instituto Alemão, el British Council, la Embaixada de Espanha, la Embaixada da Suécia, la Comissão Nacional para las Comemorações dos Descobrimentos Portugueses, el Instituto Camões, Inatel, la Câmara Municipal de Lisboa, etc.
Desde 1975 la compañía trabaja en el Teatro do Bairro Alto, antiguo Centro de Amadores de Ballet, espacio que por intervención de João de Freitas Branco le fue cedido por la Secretaría de Estado da Cultura. En 1986/7 el edificio sufrió obras de reforma, transformándose en un espacio privilegiado para todo género de espectáculos. Este local de trabajo ha permitido a la compañía una permanente experimentación de espacios escénicos en cuanto a la relación tradicional del escenario y el auditorio, lo que dificulta, por otro lado, la adaptación de sus escenografías a otros espacios. A pesar de esto, el Teatro da Cornucópia no ha dejado de aceptar invitaciones de otras ciudades del país y ha representado regularmente sus espectáculos fuera de Lisboa.
En 1984 participó en el XXXII Festival Internacional de Teatro da Bienal de Veneza con A Missão de Heiner Müller.En 1991 actuó en el Théâtre Varia de Bruxelas Comédia de Rubena de Gil Vicente integrado en Europália 91 dedicada a Portugal y el mismo año representó ese espectáculo en Udine (Itália) integrado en la organización L'École des Maîtres.
En 1994 vio dos de sus espectáculos integrados en la programación de Lisboa 94, Capital Europeia da Cultura.En 1995 presentó el Triunfo do Inverno de Gil Vicente en el Théâtre de la Commune-Pandora, Aubervilliers (Paris). En 1998 participa en el Festival dos 100 Dias da Expo'98 con un proyecto (Teatro do Mundo - Teatro do Eu) que marca sus 25 años de actividad y en el que vuelve a tres autores de nuestro siglo ya abordados en espectáculos anteriores de la compañía: Strindgberg (Um Sonho), García Lorca (Quando Passarem Cinco Anos) y Heiner Müller (Máquina Hamlet).
Ha realizado en los últimos años coproducciones con el Teatro Nacional S. João, Teatro Nacional D. Maria II, Teatro Nacional S. Carlos, Culturporto/Rivoli Teatro Municipal, Teatro Municipal de Almada y São Luiz Teatro Municipal. Y ha participado varias veces en el Festival de Almada. Paralelamente a la presentación normal de sus espectáculos, el Teatro da Cornucópia procura dinamizar su espacio con otras actividades. La compañía ha acogido en sus instalaciones espectáculos de otros grupos y ha realizado innumerables actividades paralelas (presentaciones de libros, conferencias, una semana dedicada a la infancia, cursos de técnica básica para actores, coloquios, exposiciones, lecturas de textos, etc.). Para cada espectáculo la compañía publica un volumen de apoyo con una antología de textos que pueden completar la comprensión de cada escenificación.
Realizó además para la televisión, en coproducción con el Grupo Zero, la filmación de Música Para Si, Viagem Para a Felicidade y Novas Perspectivas de Kroetz e E Não Se Pode Exterminá-lo? de Karl Valentin con realización de Solveig Nordlund. Hizo la producción del espectáculo A Morte do Príncipe con Luis Miguel Cintra y Maria de Medeiros, a partir de textos de Fernando Pessoa, para el Festival de Avignon de 1988 y el Festival de Outono de Paris de 1989. Presentó en el Teatro do Bairro Alto en 1990, en colaboración con la RTP el espectáculo de ópera Façade/O Urso de William Walton, con dirección musical de João Paulo Santos y filmado por Oliveira Costa. En el año 2000 realizó otro espectáculo de ópera en coproducción con Culturporto/Rivoli Teatro Municipal, el Teatro Nacional S. Carlos y la Orquestra Nacional do Porto, también con dirección musical de João Paulo Santos: The English Cat de Hans Werner Henze/Edward Bond. Con el mismo maestro llevó a escena en 2002 História do Soldado de Stravinsky/Ramuz. Colaboró con el Teatro Nacional de S. Carlos en 2003 en la presentación de la oratoria escénica de Honnegger-Claudel Jeanne d’Arc au Bûcher.
Intérpretes
Luis Miguel Cintra
Sofía Marques
Elena Rayos
Músicos
Eva Jornet (Flautas, Cromorno y Chirimía)
Juan Ramón Lara (Viola de Gamba y Fídula)
Isabel Zamora (Órgano)
Dramaturgia y dirección | Ana Zamora |
Arreglos y dirección musical | Alicia Lázaro |
Coreografía | Javier García Ávila |
Escenografía / Asesor de títeres | David Faraco |
Vestuario | Deborah Macías |
Diseño y realización de atrezo | Ricardo Vergne |
Iluminación | Miguel Ángel Camacho, pedro Yagüe |
Asesor de verso | Vicente Fuentes |
Ayudante de escenografía | Almudena Bautista |
Ayudante artística y de producción | Ana Szkandera |
Ayudante de iluminación | Esther Zalamea |
Realización de vestuario | Ángeles Marín - José Carlos Almeida |
Realización de escenografía | Carpintería Santa Amalia - Talleres Beca |
Realización de escenografía | Richar Cenier - Cledín Art - Carpintería Santa Amalia - Talleres Veca |
Producción de Nao d´amores | Germán H. Solís |
TEATRO DA CORNUCÓPIA (Teatro do Bairro Alto, Lisboa) | |
Ayudante de dirección | Manuel Romano |
Director técnico | Jorge Esteves |
Maquinistas | João Paulo Araújo - Abel Fernando |
Técnico de iluminación | Rui Seabra |
Ayudantes de escenografía y vestuario | Linda Gomes Teixeira - Luís Miguel Santos |
Sastra | Maria do Sameiro - Vilela |
Diseño gráfico | Cristina Reis |
Ayudante de producción | Tânia Trigueiros |
Secretaria Teatro da Cornucópia | Amália Barriga |
Fotografia | Luís Miguel Santos |
Duración aproximada:
1 hora
Producción:
Nao d´amores - Teatro da Cornucópia
Patrocinan:
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Colaboran:
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Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
LUCERNARIOS: “Dança da Morte / Dança de la Muerte”
TEATRO BARAKALDO
Julio G. Alonso, 16/05/2011
“La tarde de primavera tal vez le restó público al espectáculo, pero no le
pudo arrebatar ni un ápice de emoción; en esto, ni la muerte tiene capacidad
ante el sólido planteamiento de la obra y la sobrada profesionalidad del
actor Luis Miguel Cintra, las actrices Sofía Marques y Elena Rayos y los
músicos Eva Jornet, Juan Ramón Lara e Isabel Zamora.
El primer hecho relevante es el de proponer este trabajo teatral en su ambiente
histórico cultural y lingüístico. La magnífica dicción de los intérpretes te
sumergen inmediatamente en las sonoridades medievales y renacentistas del
español y el portugués, haciendo salvable la comprensión de los textos en
un salto mágico de alrededor de setecientos años. Oportuna y magnífica
me pareció la decisión de exponer al unísono las culturas lusa e hispana
como parte significativa de las culturas peninsulares. El desarrollo
dramático se ha realizado de manera muy inteligente en una selección de
textos sobre la visión y vivencia de la muerte, muy bien acompañados de la
música interpretada con instrumentos también de la época. “
EL MUNDO: “Sátira deslumbrante”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Javier Villán, 21/04/2011
“A incienso huele en el Pavón nada más pisar el vestíbulo, preludio de
un bellísimo espectáculo de Ana Zamora, Dança da Morte, con la parca
justiciera como eje central de una conciencia popular y satírica. Y la mano de
Ana Zamora con la colaboración del Teatro da Cornucópia de Portugal,
organizando una forma de sentir el teatro refinada y hermosa. El texto
dicho, interpretado y cantado magníficamente por Luis Miguel Cintra junto a
Sofía Marques y Elena Rayos, lo componen danzas macabras anónimas, con
injertos de Gil Vicente, que Zamora conoce a la perfección. Entre la belleza de
la música y los instrumentos medievales, el Oficio de Difuntos que, por perdido,
emociona y estremece. Música, canto, moralidades, interpretación, en un
ejercicio bilingüe que no distrae la emoción.”
ABC: “Bailar, abrazados, la danza de la muerte”.
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Alfonso Armada, 20/04/2011.
“Ana Zamora y Luis Miguel Cintra han hecho arcilla viva por la balsa de
piedra que entrelaza los desvelos de Portugal y España. La Danza da morte
que han urdido las compañías de ambos amantes de Talía, Nao d ́amores por
la parte castellana y Teatro da Cornucópia por la lusa, nos enseña a dónde van
a parar todos nuestros afanes políticos, periodísticos y sexuales, con una
elegancia, voces y músicas, que para sí quisieran nuestros lerdos gestores.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
ABC: “Memento mori (carpe diem)”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Juan Ignacio García Garzón, 20/04/2011
“La compañía Nao d ́amores se ha aliado en esta ocasión con la
portuguesa Teatro da Cornucópia, para elaborar un montaje tocado por la
mano de lo esencial, en el que se combinan palabras, música y bailes con la
sombra de la Parca como invitada principal. El resultado es una preciosa
función que alterna parlamentos en castellano y portugués y en la que un
relator, calavera en mano, va invitando a representantes de diversos estratos
eclesiásticos y sociales a que se sumen a la danza de la que nadie puede
escapar. Un cortejo de fondo grave y aromas funerales de incienso, pero
también esmaltado de humor. La escenografía de David Faraco es un
prodigio de economía, belleza y funcionalidad: dos estrados móviles de
madera, -uno para los actores y otro para los músicos (excelentes todos)- que
se unen oportunamente para formar una arca en la que viajan la Muerte y sus
invitados, recordando el inevitable final, sin perder de vista la vida”
NONNULLUS, blog de historia: “A Dança da Morte /La Danza de la Muerte”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Esther González, 11/04/2011
“Nao da amores , bajo la dirección de Ana Zamora, con el veterano
actor Luis Miguel Cintra al frente de un elenco de actores y músicos
hispanoluso (una colaboración muy enriquecedora), nos presenta, en
coproducción con el Teatro da Cornucópia, una interesantísima propuesta.
La vibrante puesta en escena, ágil, acompañada en todo momento de
música en directo, el ambiente que crea el incienso y la potente voz del
narrador/Muerte (L.M. Cintra) nos transportan por momentos en este baile
macabro, que incluso tiene sus notas de humor y un punto irónico que siempre
está muy presente en toda la obra. Una pieza muy curiosa y muy
recomendable para los amantes del buen teatro.
encursivacomunicación: “La primavera”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Alexis Fernández, 14/04/2011
“Dança da Morte/Danza de la muerte, un espectáculo bellísimo que
reúne a dos compañías (española y portuguesa) y dos maneras de crear y
de enfrentarse al hecho escénico muy afines, muy interesantes y
valientes en estos tiempos de modas, del “todo vale”, del “qué abundancia
de palabras y qué poco dicen”: Nao d’amores y Teatro da Cornucópia.
Del director de esta última, Luis Miguel Cintra, conmueve cada acento y
cada gesto, y su manera de estar en el escenario, que es muy similar a su
manera de estar en la vida: la aborda con elegancia y la sencillez del maestro
que ha experimentado y se ha mantenido firme con sabiduría y humildad,
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
virtudes ambas que no son difíciles de encontrar ni juntas ni por separado. De
la directora de Nao d’amores, Ana Zamora, su capacidad analítica e
investigadora, su ingenio y ese estilo propio que ya ha creado, pasando
de ser una joven promesa del teatro español a una de las directoras
teatrales más características e interesantes del panorama actual -y aún
joven-, y que ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar. En definitiva,
una compañía que, ha sabido introducirse en un mundo donde lo popular y lo
culto, lo litúrgico y lo pagano se entrelazan con delicadeza, y devolvérnoslo
desde la mirada del hoy para contarnos el paso del tiempo, y por ende, el paso
de la vida. Todo ello no solo a través de la palabra, sino también de la música,
donde la recuperación de instrumentos antiguos y partituras, gracias a la labor
de investigación de Alicia Lázaro y su equipo, es un privilegio para la
vista y el oído.
Elena Rayos y Sofía Marques son dos actrices soberbias, cada una en su
estilo. Nao d’amores y Teatro da Cornucópia han realizado un trabajo ímprobo
y más que plausible sobre las danzas de la muerte, integrando las distintas
características con inteligencia y atino. La escena en la que, gracias al juego
escénico, la calavera se convierte en un títere, es magnífica.
Al final, todos estamos en la misma barca, esa misma nave, como la
compañía, que cumple 10 años navegando por los escenarios europeos y
que ha materializado en una escenografía bellísima (púlpito y coro se unen
para crear un barco), a través de la cual cada uno debe hacer su propia lectura.
EL PERIODISTA DIGITAL: “Dançando con la calavera”.
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
JC. Deus, 11/04/2011
“La Nao d ́amores de Ana Zamora y el Teatro da Cornucópia de Luis Miguel
Cintra, se han unido para presentar una fusión de alto nivel artístico (...). Una
propuesta luso- castellana en la que destaca el buen hacer del equipo técnico,
con una escenografía sencilla y eficaz, una iluminación y un vestuario a la
altura, y una coreografía y arreglos musicales bien notables. Dança da Morte /
Dança de la Muerte es un bello espectáculo, repleto de buen gusto que se
contempla con placer y agrado”
ÍPSILON: “O teatro em 2010”
REPASO AL MEJOR TEATRO DEL 2010 EN PORTUGAL. JLF, 02/01/2011
“A Dança da Morte figura o encontro macabro e a última saída de cena
como um juízo final, a partir de textos da tradição ibérica dos séculos XIV a
XVI, que pareceriam fósseis aos olhos mais negligentes, mas surgem
absolutamente revitalizados nesta encenação. O jogo dos actores,
descontraído, desmonta qualquer ameaça associável à erudição. Ana Zamora
põe em linha o nosso tempo com o tempo antigo, tocando no próprio osso da
memória para nos maravilhar com um teatro familiar e distante ao mesmo
tempo.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
WHISPERS: “Dança de la muerte. En el umbral del reino de las tinieblas”
CORRAL DE ALCALÁ DE HENARES.
Gordon Craig. 15/10/2010
“Es doblemente meritoria la labor de Ana Zamora que combina la
investigación en las fuentes escritas, con el trabajo de creación escénica, para
ofrecer a los aficionados la posibilidad de reencontrarse con lo más arcaico de
nuestra tradición teatral. Ahora nos presenta su nueva y brillante incursión
en el teatro medieval. De nuevo tenemos una simbiosis perfecta de farsa y
moralidad, una combinación de rituales sacros y profanos servida con
inigualable maestría en un espectáculo que rezuma gracia, colorido e
intenso y genuino vigor dramático. Ana Zamora parece poseer un innato
sentido teatral, una aguda percepción que le permite rastrear en estos textos
arcaicos los resortes de la teatralidad más primaria y el talento para recrearlos
sobre un escenario – con ayuda de un elenco de excepción, todo hay que
decirlo-. La música, de nuevo es una espléndida recreación sobre
partituras originales de cancioneros de la época y de música sacra,
ejecutada en directo, se articula con el resto de los elementos de la
teatralidad subrayando cada escena y reforzando su carácter solemne, emotivo
o burlesco, o acentuando siempre su ya de por sí marcada tonalidad cómica.
Espléndida es, como se ha indicado, la labor de actuación. Luis Miguel
Cintra, es el maestro de ceremonias, posee un inigualable sentido del verso y
una voz portentosa que modula con una insospechada riqueza de matices,
timbres y tonalidades; pero no le van a la zaga sus ayudantes en ese ritual
“macabrojocoso”, sus “esposas”, Sofía Marques y Elena Rayos.”
REVISTA DE LA CASA DE LA DANZA: “La Muerte, por importancia, necesita
un monográfico”.
IGLESIA DE SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA.
Víctor Burell 9/10/2010
“Nao d ́amores comprendió desde siempre el estigma de la componenda
de las tres artes (música, teatro y danza) y, desde la génesis de las
bibliotecas, nos dio un ¿teatro? distinto, fundamentalmente humano sin
olvidar el elemento religioso del hombre: soberbio, profundo y pueril. Ana
Zamora y Alicia Lázaro entendieron, desde el principio, lo que la música y la
palabra significaban en la antigua fusión renovada.
Dança da Morte es un reencuentro: el nuestro. Un amor por lo tanto a aquello
que nos corresponde, donde historia, lenguaje, música y tradiciones se
conjugan en un tapiz fascinante como un cuento, divertido como pudiera
ser la vida misma y profundo como la aceptación de la mortalidad al fin
como epílogo de aquello que sencillamente supiéremos hacer. Belleza
sencilla, a través de un trabajo asfixiador, como debe ser la belleza, que Ana
Zamora y su prole de españoles y gemelos portugueses han sabido llevar
hasta el puerto de nuestros corazones.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
EL NORTE DE CASTILLA, “Identitario y vinculante”
SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA. Alfonso Arribas 23/10/2010
“Belleza. A pesar de ser ya un término gastado y asociado a lo ñoño, no
hay palabra más precisa para describir la nueva creación de Ana Zamora.
Dança da Morte / Dança de la Muerte es un espectáculo bello, de estética
coherente y servida para el disfrute sensorial, un festín para la vista y
para el oído, un embriagador aroma a incienso, una degustación de
sabores antiguos y un ejemplo de teatro cercano, que se alcanza con la
yema de los dedos por la proximidad de actores y atrezzo. Y luego está el
compromiso ético, que no moral, que apunta a la reivindicación de lo mejor de
nuestra herencia, en este caso ibérica, peninsular, hermanada en un
espectáculo bilingüe. Todo eso es Nao d ́amores, volvió a serlo
afortunadamente, pero además en esta nueva joya se incorpora el
empaque de la compañía portuguesa Teatro da Cornucópia, un feliz
entendimiento que depara entre otras delicias la interpretación de Luis Miguel
Cintra, uno de los albaceas de las artes escénicas lusas. La danza con la que
se celebra y se exorciza, con la que se huye y se afronta, es ligera y exquisita,
como la música siempre tan bien dispuesta por Alicia Lázaro. Lo es la mezcla
de lo profundo y lo ligero o humorístico, y el encaje de textos de procedencias
espaciales y temporales dispares. Lo son las interpretaciones, y las voces, la
amplia puerta por la que los actores pasan al salón de la música y los músicos
a la de la actuación. Imposible entender a la compañía sin estos mimbres, que
lejos de resultar repetitivos son identitarios y vinculantes.”
EL ADELANTADO DE SEGOVIA, “Danzas de la vida”
SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA. Ana S. Romualdo 23/10/2010
“En esta Danza de la muerte hay numerosos puntos de confluencia con
montajes anteriores de Nao d ́amores. Sin embargo, desde mi punto de vista,
en la última propuesta de Zamora, la dramaturgia es mucho más consistente y
lo aspectos escénicos del montaje, mucho más potentes. Toda la parte final,
desde la sencillez de la pequeña marioneta construida apenas con la punta de
un faldón y una calavera; a las gran barca de Caronte recreada con la propia
escenografía me parecen elementos visualmente muy interesantes. Imposible
terminar sin dedicar unas palabras a la interpretación, comandada por el
veterano actor portugués Luis Miguel Cintra. Su imponente presencia escénica
está bien secundada por el resto del reparto.”
VISÃO, “A margem da alegria: teatralizar a morte para exaltar a vida”.
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, Rosário Anselmo, 14/10/2010
“Num feliz regresso a Portugal, depois da apresentação no âmbito do
Festival de Almada, a Nao d'Amores entra pelo Teatro do Bairro Alto adentro
para sublimar a mais primeva das inquietações. Em duas línguas, persegue-se
um mesmo propósito: apostrofar a morte, trazendo os ritos ancestrais à
dimensão artística. Dito assim, parecerá árido. Pois não. A encenação de Ana
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
Zamora, em perfeito alinhamento com a cenografia de David Faraco, permite a
apropriação de um sentido muito para além do que é dito.
Tudo nesta Dança revela nobreza e inteligência no tratamento estético do
tópico, da música interpretada ao vivo à movimentação dos atores e a
uma inesperada tónica da alegria. Luís Miguel Cintra, extraordinário mestre-
de-cerimónias, Morte, barqueiro, lembra a brevidade da vida, mas desdobra-se
também noutras personagens de teor jocoso, como o velho lascivo que o
tempo não poupa. Sofia Marques e Elena Rayos, múltiplas, graciosas, elevam
a função a um estádio de aparente leveza, um dos trunfos do espetáculo. A
fluidez é ainda conseguida por elementos de ligação entre momentos e figuras
(os criativos chapéus que assinalam identidades, o jogo de representação com
a caveira, a espetacular transformação dos dois púlpitos numa barca, os
troféus pendurados no mastro, os movimentos coreográficos). Na linha do
jogo proposto pela encenasão, ponha-se pois o chapéu de espetador para
o tirar aos criadores. E que, terminado o·espetáculo, celebrando a
margem dos que não embarcaram ainda, a vida faz mais sentido.
TIME OUT, “Ter- Dom”
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, Rui Monteiro, 4/10/2010
(...) Volte-se então a esse algures representado em Dança da Morte no
interior de um cenário de David Faraco invocador de fausto, pobreza,
superstição e misticismo que os figurinos de Deborah Macias realçam. Nesse
lugar, Ana Zamora encontra este e essoutro tempos animando palavras que
ilustram mais a continuação do que a distância, explorando o prolongamento
da relação com o macabro mais do que o corte epistemológico operado em
algumas culturas pela dessacralização da morte.
EXPRESSO, “Olhar a morte de frente”
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, João Carneiro, 2/10/2010
“A componente musical é de importância igual à dimensão estritamente
verbal e textual, e o trabalho de pesquisa e dramaturgia musical, a cargo de
Alicia Lázaro, pretendeu, criar um conjunto que desse sentido ao nome e ao
género “Dança da Morte”, composto por números musicais dramaturgicamente
relevantes. O espetáculo, bilingue, é primorosamente interpretado pelos atores
Luís Miguel Cintra, Sofia Marques e Elena Rayos e pelos músicos Eva Jornet,
Juan Ramón Lara e Isabel Zamora.”
EL DÍA DE CIUDAD REAL: “Los novios de la muerte”
FESTIVAL DE ALMAGRO, Paco Otero, 27/07/2010
“Luis Miguel Cintra defiende su trabajo con una credibilidad que
sólo se encuentra entre los grandes. Pero sería injusto decir que Cintra
aguanta solo la obra. Junto a él, Sofía Marques y Elena Rayos, dan la
réplica sin desmerecer, y Eva Jornet, Juan Ramón Lara e Isabel Zamora
ponen la nota musical, al tiempo que se integran en la estructura
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
dramática de una Dança da Morte, que despertó pasiones en el público.
La apuesta de Ana Zamora es arriesgada. Así que los beneficios son grandes
cuando se acierta, y no hay muchas dudas de que la directora ha dado en el
clavo con esta revisión de las danzas macabras medievales. Todo ello para
levantar una obra de apenas una hora que justifica festivales como el de
Almagro, en los que nuestra relación con los clásicos y lo clásico vertebra la
programación: (...) Una pequeña joya que retoma el espíritu de una época
para hablarnos de todas ellas. Una escenografía sobria y versátil acaba
trasformando el púlpito desde el que se sermonea la Muerte en una nave, la de
los locos, dispuestos a partir hacia “aquello de lo que no se puede hablar” a
donde el Caronte Luis Miguel Cintra nos conducirá con su bello portugués que
conmueve, aún sin que el público llegara a entenderlo al completo. Y es que
también esta Dança da Morte demuestra que los idiomas (portugués,
antiguo y puro castellano) son, a pesar de todos los pesares políticos y
económicos, un vehículo de comprensión. Una pena que sólo se haya
podido disfrutar de la Dança da Morte dos días, y en un espacio pequeño como
el Patio de Fúcares.”
LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL: “La muerte atrae el aplauso de Fúcares a
sus danzas”. FESTIVAL DE ALMAGRO, Nieves Sánchez, 26/07/2010
“Las danzas de la muerte que se bailaron para poner el broche de
oro al Festival de Teatro Clásico en este espacio arrancaron el aplauso
del respetable, que disfrutó de los instantes profundos, también hilarantes,
alrededor de la interpretación de Luis Miguel Cintra, Sofía Marques y Elena
Rayos. Especial mención merece en la interpretación la utilización del
castellano y el portugués indistintamente a lo largo del desarrollo de la
trama teatral, sin que provoque en el espectador desconcierto o falta de
entendimiento de los textos de una dramaturgia que se articula también con
obras de Gil Vicente y otros textos anónimos. La interpretación se enriquece
con las dos lenguas y los textos agradecen su fluida conexión. Destaca la
interpretación de Luis Miguel Cintra, que redondea una interpretación a base de
miradas que desde el púlpito desafían y en los bailes encandilan, al tiempo que
acaricia el verbo en las dos lenguas para ofrecer al público una visión dura,
tierna y cómica a la vez de un personaje atroz e inhumano. Le acompañan en
esta tarea unas compañeras perfectas de escena, con cuya interpretación de
los diversos personajes tejen una trama bien rematada. Poco más de una hora
de espectáculo en el que la dirección y la interpretación consiguen entretener,
educar y revalorizar sobre las tablas uno de los temas más manidos.”
LANZA: “Ana Zamora celebra la vida en una Dança da morte hispano-
portuguesa”.
FESTIVAL DE ALMAGRO, Belén Rodríguez, 25/07/2010
“Dança da Morte, con la presencia estelar de Luis Miguel Cintra, ha
pasado fugazmente por Almagro. El espectáculo es una celebración de la
vida, en sintonía con el pensamiento más contemporáneo, sin que la Muerte,
Cintra calavera en mano, y su danza macabra, pierda su esencia: el final
Dança da Morte / Dança de la Muerte
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inevitable de la vida humana. El montaje, inspirado en textos españoles y
portugueses de los siglos XV y XVI, reúne a músicos y actores sobre el
escenario que cantan y danzan mientras el espectador embobado no pierde de
vista el mensaje: la muerte es igual para todas las clases sociales, no distingue
y llegará, pero ese viejo de la calavera y suave acento portugués no puede ser
malo... Dancemos.”
EL CULTURAL: “Las misas profanas de Ana Zamora”
FESTIVAL DE ALMAGRO,
Liz Perales, 23/07/2010.
“Su pasión por indagar y rescatar las formas teatrales del Medievo y
el Renacimiento han convertido a Ana Zamora en una rara avis de la
escena española y también europea. Su labor no puede considerarse mera
adaptación de unos textos, muchas veces históricos y sin indicaciones
escénicas, sino que son fantasías originales en la medida que la autora se
inventa una estructura dramática a partir de aquellos. Los espectáculos de
Ana, tan documentados, parecen misas profanas, refinadas y poéticas,
provistas de un halo mágico. Lo que Zamora construye es un rito
desacralizado de lo que pudieron ser estas danzas. El espectáculo se sustenta
en cuatro elementos: un texto que alterna el castellano con el portugués
inspirado sobre todo en piezas de Gil Vicente; un atrezzo a base de sombreros
que identifican a las víctimas; la música original de Alicia Lázaro interpretada
por tres músicos; y unos actores capitaneados por Luis Miguel Cintra, el actor
lusitano de mayor prestigio, director del Teatro da Cornucopia de Lisboa. Cintra
tiene conciencia de que su encuentro con Zamora ha sido algo extraordinario y
emocionante, porque comparte con ella sensibilidad artística, un gusto por las
tradiciones populares, por la cultura medieval. El actor encarna el personaje
central del espectáculo, la Muerte, una especie de oficiante que con humor e
ironía va ajustando cuentas con los mortales. Tocado con un manto blanco,
su magnífica dicción alterna textos en portugués y en castellano antiguo
sobre la futilidad de la vida. Cintra es la gran figura del teatro portugués.”
EL MUNDO: “Nao d ́amores recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV en torno a
la muerte”. FESTIVAL DE ALMAGRO, Rafael Esteban, 23/ 07/2010.
“Dirigido por Zamora e interpretado por un reparto encabezado por
Cintra, uno de los más prestigiosos actores lusos, Dança da Morte, permite
recuperar una parte de la literatura ibérica que no suele subir a los
escenarios. Una dramaturgia que huye de la erudición para convertirse en un
espectáculo popular Dança da Morte recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV
en torno a la muerte, con danzas, canto y música de la época, además de un
vestuario inspirado en la tradición que puede sorprender a muchos que piensan
que la austeridad y la oscuridad eran los elementos característicos de la época.
También permanece el lenguaje de entonces. Mejor dicho, los lenguajes,
INTRODUCCIÓN
Las Danzas de la Muerte son un tema de extensión inabarcable, ocupan diversos territorios literarios, participan de múltiples manifestaciones artísticas y se relacionan con el teatro, la música, la danza, el folclore y otros fenómenos artísticos y sociales. Aunque aún hoy tengamos grandes incertidumbres en torno a su origen y desarrollo, podemos afirmar que llegaron a invadir todo el último medioevo europeo, constituyendo un ejemplo de transmisión cultural sin precedentes, saltando de país en país en un cúmulo de relaciones, de influencias entre artistas, poetas y creadores.
DOSSIER
“LA DANZA DE LA MUERTE Y LA CONSTITUCIÓN DEL CARÁCTER EUROPEO”,NÚCLEO TEMÁTICO PARA LA TEMPORADA 2009/10
Las Danzas de la Muerte son un tema de extensión inabarcable, ocupan diversos territorios literarios, participan de múltiples manifestaciones artísticas y se relacionan con el teatro, la música, la danza, el folclore y otros fenómenos artísticos y sociales. Aunque aún hoy tengamos grandes incertidumbres en torno a su origen y desarrollo, podemos afirmar que llegaron a invadir todo el último medioevo europeo, constituyendo un ejemplo de transmisión cultural sin precedentes, saltando de país en país en un cúmulo de relaciones, de influencias entre artistas, poetas y creadores.
Siguiendo esta vía de intercambio intercultural, base en la constitución del carácter europeo, Nao d´amores (España) y el Teatro da Cornucópia (Portugal), abordan una producción conjunta, un espectáculo inspirado en textos españoles y portugueses de los siglos XV y XVI, que giran en torno a la temática de la Danza Macabra. Un montaje que integra el trabajo actoral, el teatro de títeres y la interpretación musical en directo con reproducciones de instrumentos de la época, para recrear un género dramático, que fue el motivo favorito de una sociedad que terminaba su existencia y que en ella plasmó su mensaje de sátira y de esperanza.
Dança da Morte / Dança de la Muerte, es una fantasía de la imaginación popular, un viaje en el tiempo para revivir los mitos que ayudaron a mitigar el absurdo de la muerte, desde el contexto actual en el que se tiende a negarla y a alejar su recuerdo, en el que hemos sustituido el anhelo ancestral de la inmortalidad por la ficción inmadura de la amortalidad.
EL BAILE: CONJURO ANTE LA MUERTE (1)
(Referentes históricos)
La danza de la Muerte, es una sucesión de textos e imágenes presididas por la Muerte como personaje central - generalmente representada por un esqueleto, un cadáver o un vivo en descomposición - y que, en actitud de danzar, dialoga y arrastra uno por uno a una relación de personajes habitualmente representativos de las diferentes clases sociales.
El tema de la muerte, insoslayable, que a todos alcanza, sea cual fuere su condición social, el poder, la fuerza, el saber, el sexo, la edad o los méritos es una idea que aparece ampliamente expresada desde el siglo XII. Sin embargo, la Danza Macabra como género literario, coreográfico y espectacular, nace probablemente a raíz de las pandemias que azotaron Europa desde 1347: la peste neumónica o bubónica que se llevaba por delante a todo el mundo, fuere cual fuere su rango, su condición y su edad. Se extiende por toda Europa, fundamentalmente por los países con puerto, siendo mares y ríos vía de contagio, muriendo en dos años, la tercera parte de la población. En este contexto de psicosis colectiva, espeluznante paroxismo en que la vida está constantemente amenazada, se perfila el tema de la Danza Macabra. El hecho es que a partir de 1380 la iconografía macabra toma un vuelo hasta entonces desconocido y el arte de la muerte se transforma profundamente: aparece la desolación, los gusanos, la desnudez del cadáver, el aspecto torturado, la podredumbre de la carne, con una morbosa complacencia desconocida en la tradición cristiana.
Durante toda la Edad Media la lucha de la Iglesia contra las supersticiones es constante, siendo uno de los cultos más enraizados el que giraba en torno a los muertos, que cobran renovada intensidad ante la avalancha de mortandades y deben influir en la Danza Macabra, que parece una controlada concesión de la iglesia a la avasalladora necesidad de conjurar a la muerte.
A lo largo del siglo XV y buena parte del siguiente, las composiciones macabras se hicieron eco de una sensibilidad sin prejuicios, franca y auténtica, que sería sepultada por la Contrarreforma con la desaparición o la transformación de esta modalidad plástico-coreográfica. Se da la espalda a la gran experiencia espiritual que había creado la Danza Macabra y sus diversas encarnaciones iconográficas, y las formas modernas de piedad y de devoción, aunque ancladas poderosamente en el sentido de la muerte, desterraron la ironía y el humor macabro, y tuvieron que someterse a la interpretación dictada por el clero. De esta forma, fuera del ámbito popular, la producción de danzas macabras, prácticamente se agotó.
(1) Fragmento extraído de: MASSIP, Francesc y KOVÁCS, Lenke: “El baile: conjuro ante la muerte. Presencia de lo macabro en la Danza y l Fiesta Popular”, Ciudad Real, CIOFF España, 2004.

LA MÚSICA
… y al cabo viene la Muerte
que no nos dexa ninguno.
(J. de la Encina, Todos los bienes del mundo)
La obra musical más antigua que conservamos sobre el tema de la muerte - Ad mortem festinamus - está contenida en el Llibre Vermell de Montserrat, una colección de diez danzas que los monjes del monasterio utilizaban seguramente para uso de los romeros. A finales del s.XV, esta melodía fue copiada en un fresco del monasterio de San Francisco, en Morella, y aparece también en dos manuscritos alemanes de principios del XV, constituyendo, como apuntan M.C.Gómez y F.Massip, una primera “versión oficial” europea, de lo que será, en siglos sucesivos, la popular Danza de la Muerte.
Las descripciones de los Triunfos de la Muerte, comparsas macabras y celebraciones similares realizadas desde el s.XIV al XVI nos muestran el papel que la música tenía en estas escenificaciones, y los instrumentos habitualmente utilizados para acompañar el canto y la danza.
Los expertos establecen que hacia fines del s.XV, la danza de la muerte, que se presenta ya por parejas, es la muy extendida morisca , relacionada con los matachines del s.XVI-XVII, que aun se bailan en Méjico. Fuentes musicales son también los libros de laúd, que contienen colecciones de danzas, y los cancioneros españoles, que recogen textos como el de Juan de la Encina que encabeza este texto, y que aluden a la muerte.
Rastrear los motivos musicales, las canciones, danzas y ritmos, que pudieron acompañar estas comparsas macabras, que derivaron de ellas, o que tuvieron alguna relación temática, coreográfica o musical, y establecer así una base musicológica sobre la que construir la música y los sonidos de este espectáculo, fue la primera aportación musical a este nuevo proyecto.
En esta búsqueda, hemos barajado músicas que van desde el Llivre Vermeil a la Venecia del siglo XVII, con los matachines convertidos en personajes de la Comedia del Arte, una tradición que se extiende a la escena barroca española. Hemos escuchado cantos populares, ritmos de danzas que aún perviven, bailes de niños difuntos, y estudiado relaciones entre matachines, morescas y danzas de bufones. Hemos rastreado en los cancioneros textos castellanos que contienen desde la alusión directa a la muerte, a la cita o la parodia del Oficio de Difuntos.
Con todo esto, las vías posibles se ampliaron considerablemente, y acotar el trabajo fue la siguiente tarea. La cita del conocido Ad mortem festinamus del Llibre Vermell parecía obligada, pero afinar la música que corresponde mejor a cada personaje llamado a este Danza Macabra, parecía muy necesario.
Las danzantes y el salmista de la entrada inician la ceremonia entonando la primera Antífona y Salmo 114 con que comienzan las Vísperas del Oficio de Difuntos: Placebo Domino in regione vivorum. Las plañideras, contratadas para llorar a los muertos, eran llamadas precisamente Placebos (y este término pasó después a la terminología médica, para denominar el efecto de fingimiento). Nuestras Placebos danzan sobre un ritmo similar al de la danza de espadas popular de Cantabria y norte peninsular.
El hilo conductor de los personajes eclesiásticos proviene del cantollano del Oficio y la Misa pro Defunctis, al que hemos añadido citas polifónicas de Antoine Brumel (el primer Dies Irae en polifonía conservado y la Comunio, de su Misa de Requiem), Ockeghem (Introito Missa pro Defunctis), Josquin Desprez (De profundis), y Cristóbal de Morales (Invitatorio del Oficio de Maitines de Difuntos).
El rey danza a los compases de Mortal tristura me dieron de Juan de la Encina, que contiene el motivo del Circumdederunt me doloris mortis que los danzantes entonaron a la entrada. El portugués Pedro de Escobar y algún otro anónimo del Cancionero de Elvas parecían obligados en esta cita hispano-portuguesa, en la que la Danza de la Muerte hispana se combina con textos de las Barcas de Gil Vicente, quien nos proporciona también dos villancicos castellanos citados directamente en la Barca da Gloria: Nunca fue pena mayor y Lo que queda es lo seguro.
Rabino y alfaquí danzan con músicas construidas sobre melodías tradicionales. Al más “refinado” de los personajes civiles, el corregidor, se asignó música de Guillaume Dufay, que no podía faltar en este viaje. El Daca bailemos de Juan de la Encina refleja bien el carácter del labrador, como Pásame por Dios barquero de Escobar el de la esposa al fin enamorada. El embarque definitivo de los personajes se realiza al son de la danza De Doot (La Muerte), que aunque proviene del libro de laúd Thysius, tiene un sospechoso parecido con los conocidos Matachines o Buffons del tratado de danza de Arbeau. Finalmente, de Italia - aunque con cierto carácter hispánico - nos llega la música de la partida: la Calata alla spagnola de Joan Ambrosio Dalza, y Voga la galiera del Cancionero de Montecassino, relacionado con la corte aragonesa de Nápoles.
Sirva todo ello al montaje de este espectáculo, y también de homenaje a tan estupendos músicos como los que aquí convocamos... y los que faltan a la cita, porque no caben en la Barca.
Et lux perpetua luceat eis
Alicia Lázaro
UN ESPACIO ESCÉNICO PROPIO
Dança da Morte / Dança de la Muerte, puede representarse en dos formatos diferentes: en versión estándar para teatros a la italiana, o en adaptación espacial específica para nuestro "teatro itinerante de Nao d´amores".
Esta segunda opción, se realiza en un espacio propio, una especie de coro catedralicio realizado en madera, que integra un aforo máximo de 130 espectadores en bancos de diferentes alturas ubicados a tres bandas, cuatro bloques de escaleras de acceso y dos plataformas adosadas para control técnico de iluminación y sonido, que cumple todas las normativas de seguridad legal de espectáculos.
Se trata de un "teatro sin techo" que define una identidad propia, un auditorio reducido que contribuye a una mayor proximidad y concentración, que genera un ambiente acogedor sin romper el aire solemne inherente a la ceremonia del teatro; un formato ideal para propiciar el encuentro íntimo entre actores y público.
TEATRO DA CORNUCÓPIA
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El Teatro da Cornucópia tiene 36 años de existencia ininterrumpida. Fue fundado en 1973 por Jorge Silva Melo y Luís Miguel Cintra, procedentes del teatro universitario, que reunieron en torno a su proyecto de compañía de teatro un pequeño grupo de actoresrofesionales. Hasta el 25 de Abril de 1974 trabajó sin sede propia y fue apoyado por subvenciones esporádicas de la Fundação Calouste Gulbenkian. El programa inicial, condicionado por la censura fascista, se centraba en el repertorio clásico (Molière e Marivaux). A partir de 1974 se centró en la dramaturgia contemporánea con la intención de construir un teatro de reflexión con una función activa en la realidad cultural portuguesa. En un primer ciclo temático (pequeña burguesía-revolución-dominación ideológica) llevó a escena Terror e Miséria no Terceiro Reich de Brecht, Pequenos Burgueses de Gorki, Ah Q de Jean Jourdheuil y Bernard Chartreux, Casimiro e Carolina de Odon Von Horváth, Woyzeck de Büchner, Alta Austria y Música Para Si de Kroetz y O Treino do Campeão Antes da Corrida de Michel Deutsch. En esa etapa, la compañía contó con la colaboración dramatúrgica de Jean Jourdheuil, y en esa misma fase ingresó la escenógrafa Cristina Reis que, a partir de 1980, con la salida de Jorge Silva Melo, vendría a compartir la dirección con Luis Miguel Cintra.
.La compañía ha creado muchas veces ciclos temáticos como propuestas de reflexión. Así dedicó a lo cómico y a la comedia un ciclo en el que incluyó un espectáculo Karl Valentin, un espectáculo Plauto, Capitão Schelle, Capitão Eçço de Rezvani, O Labirinto de Creta de António José da Silva (o Judeu), Não se Paga, Não se Paga de Dario Fo. A partir de 1983 con su espectáculo Oratória (montaje de textos de Gil Vicente, Goethe e Brecht) la compañía centra su repertorio en un tema al que llamó “O Mal Estar do Nosso Tempo” donde incluyó Mariana Espera Casamento de Jean Paul Wenzel y Novas Perspectivas de Xaver Kroetz, A Missão de Heiner Müller y O Parque de Botho Strauss. A pesar de estar menos organizada en ciclos temáticos, la programación posterior a 1985, se construye bajo una tendencia eminentemente reflexiva y poética que se va acentuando, con espectáculos como Ricardo III de Shakespeare, un ciclo de tres espectáculos de Strindberg o la Trilogia da Guerra de Edward Bond. La reflexión sobre diferentes temas acabó por extenderse al propio teatro como representación de la vida. Así, la compañía dedicó a ese tema un ciclo en el que incluyó O Público de García Lorca, Céu de Papel (montaje de textos de Pirandello y Beckett), Salada (una recopilación de números tradicionales de payasos) y Um Poeta Afinado de Manoel de Figueiredo.
El Teatro da Cornucópia ha llevado a escena algunos de los grandes clásicos de todos los tiempos (Gil Vicente, Shakespeare, Wycherley, Tchekov, Strindberg, Beaumarchais, Lenz, Hölderlin, Kleist), y ha abordado textos de muchos géneros, pero su orientación no es la de una compañía de repertorio. Pretende intervenir culturalmente en la sociedad portuguesa y no abdicar del teatro como terreno privilegiado de creación artística y gran instrumento de pensamiento de las sociedades. La programación reciente ha intentado conservar el carácter más experimental de su trabajo. Desde 1990 ha abordado algunos de los dramaturgos de escritura más radical del siglo XX (Beckett, Orton, Botho Strauss, P. Handke, Edward Bond, Genet, Gertrude Stein, Lars Nóren, Brecht, Pasolini, Fassbinder). A propósito de la caída del régimen comunista en los países del Este, en 1992 volvió a Heiner Müller de quien hizo una nueva escenificación de A Missão y Mauser. Hizo el estreno mundial de dos textos: O Colar de Sophia de Mello Breyner Andresen en 2002 y A Cadeira de Edward Bond en 2005. Elaboró varios espectáculos a partir de textos no teatrales: de Raul Brandão, la Primavera Negra; de Francisco de Holanda, Diálogos sobre a Pintura na Cidade de Roma; el poema A Margem da Alegria de Ruy Belo. Ha invitado a directores extranjeros: Stephan Stroux, Christine Laurent, Brigitte Jaques; produjo y coprodujo espectáculos de jóvenes directores (Miguel Guilherme, José Meireles, António Pires, José Wallenstein, Ricardo Aibéo) y un espectáculo de novísimos actores (O Dia de Marte).
A partir de 1974 el Teatro da Cornucópia ha sido regularmente subvencionado por el Estado y ha recibido apoyos puntuales de la Fundação Gulbenkian y de varias entidades como el Instituto Alemão, el British Council, la Embaixada de Espanha, la Embaixada da Suécia, la Comissão Nacional para las Comemorações dos Descobrimentos Portugueses, el Instituto Camões, Inatel, la Câmara Municipal de Lisboa, etc.
Desde 1975 la compañía trabaja en el Teatro do Bairro Alto, antiguo Centro de Amadores de Ballet, espacio que por intervención de João de Freitas Branco le fue cedido por la Secretaría de Estado da Cultura. En 1986/7 el edificio sufrió obras de reforma, transformándose en un espacio privilegiado para todo género de espectáculos. Este local de trabajo ha permitido a la compañía una permanente experimentación de espacios escénicos en cuanto a la relación tradicional del escenario y el auditorio, lo que dificulta, por otro lado, la adaptación de sus escenografías a otros espacios. A pesar de esto, el Teatro da Cornucópia no ha dejado de aceptar invitaciones de otras ciudades del país y ha representado regularmente sus espectáculos fuera de Lisboa.
En 1984 participó en el XXXII Festival Internacional de Teatro da Bienal de Veneza con A Missão de Heiner Müller.En 1991 actuó en el Théâtre Varia de Bruxelas Comédia de Rubena de Gil Vicente integrado en Europália 91 dedicada a Portugal y el mismo año representó ese espectáculo en Udine (Itália) integrado en la organización L'École des Maîtres.
En 1994 vio dos de sus espectáculos integrados en la programación de Lisboa 94, Capital Europeia da Cultura.En 1995 presentó el Triunfo do Inverno de Gil Vicente en el Théâtre de la Commune-Pandora, Aubervilliers (Paris). En 1998 participa en el Festival dos 100 Dias da Expo'98 con un proyecto (Teatro do Mundo - Teatro do Eu) que marca sus 25 años de actividad y en el que vuelve a tres autores de nuestro siglo ya abordados en espectáculos anteriores de la compañía: Strindgberg (Um Sonho), García Lorca (Quando Passarem Cinco Anos) y Heiner Müller (Máquina Hamlet).
Ha realizado en los últimos años coproducciones con el Teatro Nacional S. João, Teatro Nacional D. Maria II, Teatro Nacional S. Carlos, Culturporto/Rivoli Teatro Municipal, Teatro Municipal de Almada y São Luiz Teatro Municipal. Y ha participado varias veces en el Festival de Almada. Paralelamente a la presentación normal de sus espectáculos, el Teatro da Cornucópia procura dinamizar su espacio con otras actividades. La compañía ha acogido en sus instalaciones espectáculos de otros grupos y ha realizado innumerables actividades paralelas (presentaciones de libros, conferencias, una semana dedicada a la infancia, cursos de técnica básica para actores, coloquios, exposiciones, lecturas de textos, etc.). Para cada espectáculo la compañía publica un volumen de apoyo con una antología de textos que pueden completar la comprensión de cada escenificación.
Realizó además para la televisión, en coproducción con el Grupo Zero, la filmación de Música Para Si, Viagem Para a Felicidade y Novas Perspectivas de Kroetz e E Não Se Pode Exterminá-lo? de Karl Valentin con realización de Solveig Nordlund. Hizo la producción del espectáculo A Morte do Príncipe con Luis Miguel Cintra y Maria de Medeiros, a partir de textos de Fernando Pessoa, para el Festival de Avignon de 1988 y el Festival de Outono de Paris de 1989. Presentó en el Teatro do Bairro Alto en 1990, en colaboración con la RTP el espectáculo de ópera Façade/O Urso de William Walton, con dirección musical de João Paulo Santos y filmado por Oliveira Costa. En el año 2000 realizó otro espectáculo de ópera en coproducción con Culturporto/Rivoli Teatro Municipal, el Teatro Nacional S. Carlos y la Orquestra Nacional do Porto, también con dirección musical de João Paulo Santos: The English Cat de Hans Werner Henze/Edward Bond. Con el mismo maestro llevó a escena en 2002 História do Soldado de Stravinsky/Ramuz. Colaboró con el Teatro Nacional de S. Carlos en 2003 en la presentación de la oratoria escénica de Honnegger-Claudel Jeanne d’Arc au Bûcher.
FICHA ARTÍSTICA
Intérpretes
Luis Miguel Cintra
Sofía Marques
Elena Rayos
Músicos
Eva Jornet (Flautas, Cromorno y Chirimía)
Juan Ramón Lara (Viola de Gamba y Fídula)
Isabel Zamora (Órgano)
Dramaturgia y dirección | Ana Zamora |
Arreglos y dirección musical | Alicia Lázaro |
Coreografía | Javier García Ávila |
Escenografía / Asesor de títeres | David Faraco |
Vestuario | Deborah Macías |
Diseño y realización de atrezo | Ricardo Vergne |
Iluminación | Miguel Ángel Camacho, pedro Yagüe |
Asesor de verso | Vicente Fuentes |
Ayudante de escenografía | Almudena Bautista |
Ayudante artística y de producción | Ana Szkandera |
Ayudante de iluminación | Esther Zalamea |
Realización de vestuario | Ángeles Marín - José Carlos Almeida |
Realización de escenografía | Carpintería Santa Amalia - Talleres Beca |
Realización de escenografía | Richar Cenier - Cledín Art - Carpintería Santa Amalia - Talleres Veca |
Producción de Nao d´amores | Germán H. Solís |
TEATRO DA CORNUCÓPIA (Teatro do Bairro Alto, Lisboa) | |
Ayudante de dirección | Manuel Romano |
Director técnico | Jorge Esteves |
Maquinistas | João Paulo Araújo - Abel Fernando |
Técnico de iluminación | Rui Seabra |
Ayudantes de escenografía y vestuario | Linda Gomes Teixeira - Luís Miguel Santos |
Sastra | Maria do Sameiro - Vilela |
Diseño gráfico | Cristina Reis |
Ayudante de producción | Tânia Trigueiros |
Secretaria Teatro da Cornucópia | Amália Barriga |
Fotografia | Luís Miguel Santos |
Duración aproximada:
1 hora
Producción:
Nao d´amores - Teatro da Cornucópia
Patrocinan:
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Colaboran:
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PRENSA
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
LUCERNARIOS: “Dança da Morte / Dança de la Muerte”
TEATRO BARAKALDO
Julio G. Alonso, 16/05/2011
“La tarde de primavera tal vez le restó público al espectáculo, pero no le
pudo arrebatar ni un ápice de emoción; en esto, ni la muerte tiene capacidad
ante el sólido planteamiento de la obra y la sobrada profesionalidad del
actor Luis Miguel Cintra, las actrices Sofía Marques y Elena Rayos y los
músicos Eva Jornet, Juan Ramón Lara e Isabel Zamora.
El primer hecho relevante es el de proponer este trabajo teatral en su ambiente
histórico cultural y lingüístico. La magnífica dicción de los intérpretes te
sumergen inmediatamente en las sonoridades medievales y renacentistas del
español y el portugués, haciendo salvable la comprensión de los textos en
un salto mágico de alrededor de setecientos años. Oportuna y magnífica
me pareció la decisión de exponer al unísono las culturas lusa e hispana
como parte significativa de las culturas peninsulares. El desarrollo
dramático se ha realizado de manera muy inteligente en una selección de
textos sobre la visión y vivencia de la muerte, muy bien acompañados de la
música interpretada con instrumentos también de la época. “
EL MUNDO: “Sátira deslumbrante”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Javier Villán, 21/04/2011
“A incienso huele en el Pavón nada más pisar el vestíbulo, preludio de
un bellísimo espectáculo de Ana Zamora, Dança da Morte, con la parca
justiciera como eje central de una conciencia popular y satírica. Y la mano de
Ana Zamora con la colaboración del Teatro da Cornucópia de Portugal,
organizando una forma de sentir el teatro refinada y hermosa. El texto
dicho, interpretado y cantado magníficamente por Luis Miguel Cintra junto a
Sofía Marques y Elena Rayos, lo componen danzas macabras anónimas, con
injertos de Gil Vicente, que Zamora conoce a la perfección. Entre la belleza de
la música y los instrumentos medievales, el Oficio de Difuntos que, por perdido,
emociona y estremece. Música, canto, moralidades, interpretación, en un
ejercicio bilingüe que no distrae la emoción.”
ABC: “Bailar, abrazados, la danza de la muerte”.
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Alfonso Armada, 20/04/2011.
“Ana Zamora y Luis Miguel Cintra han hecho arcilla viva por la balsa de
piedra que entrelaza los desvelos de Portugal y España. La Danza da morte
que han urdido las compañías de ambos amantes de Talía, Nao d ́amores por
la parte castellana y Teatro da Cornucópia por la lusa, nos enseña a dónde van
a parar todos nuestros afanes políticos, periodísticos y sexuales, con una
elegancia, voces y músicas, que para sí quisieran nuestros lerdos gestores.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
ABC: “Memento mori (carpe diem)”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Juan Ignacio García Garzón, 20/04/2011
“La compañía Nao d ́amores se ha aliado en esta ocasión con la
portuguesa Teatro da Cornucópia, para elaborar un montaje tocado por la
mano de lo esencial, en el que se combinan palabras, música y bailes con la
sombra de la Parca como invitada principal. El resultado es una preciosa
función que alterna parlamentos en castellano y portugués y en la que un
relator, calavera en mano, va invitando a representantes de diversos estratos
eclesiásticos y sociales a que se sumen a la danza de la que nadie puede
escapar. Un cortejo de fondo grave y aromas funerales de incienso, pero
también esmaltado de humor. La escenografía de David Faraco es un
prodigio de economía, belleza y funcionalidad: dos estrados móviles de
madera, -uno para los actores y otro para los músicos (excelentes todos)- que
se unen oportunamente para formar una arca en la que viajan la Muerte y sus
invitados, recordando el inevitable final, sin perder de vista la vida”
NONNULLUS, blog de historia: “A Dança da Morte /La Danza de la Muerte”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Esther González, 11/04/2011
“Nao da amores , bajo la dirección de Ana Zamora, con el veterano
actor Luis Miguel Cintra al frente de un elenco de actores y músicos
hispanoluso (una colaboración muy enriquecedora), nos presenta, en
coproducción con el Teatro da Cornucópia, una interesantísima propuesta.
La vibrante puesta en escena, ágil, acompañada en todo momento de
música en directo, el ambiente que crea el incienso y la potente voz del
narrador/Muerte (L.M. Cintra) nos transportan por momentos en este baile
macabro, que incluso tiene sus notas de humor y un punto irónico que siempre
está muy presente en toda la obra. Una pieza muy curiosa y muy
recomendable para los amantes del buen teatro.
encursivacomunicación: “La primavera”
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
Alexis Fernández, 14/04/2011
“Dança da Morte/Danza de la muerte, un espectáculo bellísimo que
reúne a dos compañías (española y portuguesa) y dos maneras de crear y
de enfrentarse al hecho escénico muy afines, muy interesantes y
valientes en estos tiempos de modas, del “todo vale”, del “qué abundancia
de palabras y qué poco dicen”: Nao d’amores y Teatro da Cornucópia.
Del director de esta última, Luis Miguel Cintra, conmueve cada acento y
cada gesto, y su manera de estar en el escenario, que es muy similar a su
manera de estar en la vida: la aborda con elegancia y la sencillez del maestro
que ha experimentado y se ha mantenido firme con sabiduría y humildad,
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
virtudes ambas que no son difíciles de encontrar ni juntas ni por separado. De
la directora de Nao d’amores, Ana Zamora, su capacidad analítica e
investigadora, su ingenio y ese estilo propio que ya ha creado, pasando
de ser una joven promesa del teatro español a una de las directoras
teatrales más características e interesantes del panorama actual -y aún
joven-, y que ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar. En definitiva,
una compañía que, ha sabido introducirse en un mundo donde lo popular y lo
culto, lo litúrgico y lo pagano se entrelazan con delicadeza, y devolvérnoslo
desde la mirada del hoy para contarnos el paso del tiempo, y por ende, el paso
de la vida. Todo ello no solo a través de la palabra, sino también de la música,
donde la recuperación de instrumentos antiguos y partituras, gracias a la labor
de investigación de Alicia Lázaro y su equipo, es un privilegio para la
vista y el oído.
Elena Rayos y Sofía Marques son dos actrices soberbias, cada una en su
estilo. Nao d’amores y Teatro da Cornucópia han realizado un trabajo ímprobo
y más que plausible sobre las danzas de la muerte, integrando las distintas
características con inteligencia y atino. La escena en la que, gracias al juego
escénico, la calavera se convierte en un títere, es magnífica.
Al final, todos estamos en la misma barca, esa misma nave, como la
compañía, que cumple 10 años navegando por los escenarios europeos y
que ha materializado en una escenografía bellísima (púlpito y coro se unen
para crear un barco), a través de la cual cada uno debe hacer su propia lectura.
EL PERIODISTA DIGITAL: “Dançando con la calavera”.
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO (Teatro Pavón).
JC. Deus, 11/04/2011
“La Nao d ́amores de Ana Zamora y el Teatro da Cornucópia de Luis Miguel
Cintra, se han unido para presentar una fusión de alto nivel artístico (...). Una
propuesta luso- castellana en la que destaca el buen hacer del equipo técnico,
con una escenografía sencilla y eficaz, una iluminación y un vestuario a la
altura, y una coreografía y arreglos musicales bien notables. Dança da Morte /
Dança de la Muerte es un bello espectáculo, repleto de buen gusto que se
contempla con placer y agrado”
ÍPSILON: “O teatro em 2010”
REPASO AL MEJOR TEATRO DEL 2010 EN PORTUGAL. JLF, 02/01/2011
“A Dança da Morte figura o encontro macabro e a última saída de cena
como um juízo final, a partir de textos da tradição ibérica dos séculos XIV a
XVI, que pareceriam fósseis aos olhos mais negligentes, mas surgem
absolutamente revitalizados nesta encenação. O jogo dos actores,
descontraído, desmonta qualquer ameaça associável à erudição. Ana Zamora
põe em linha o nosso tempo com o tempo antigo, tocando no próprio osso da
memória para nos maravilhar com um teatro familiar e distante ao mesmo
tempo.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
WHISPERS: “Dança de la muerte. En el umbral del reino de las tinieblas”
CORRAL DE ALCALÁ DE HENARES.
Gordon Craig. 15/10/2010
“Es doblemente meritoria la labor de Ana Zamora que combina la
investigación en las fuentes escritas, con el trabajo de creación escénica, para
ofrecer a los aficionados la posibilidad de reencontrarse con lo más arcaico de
nuestra tradición teatral. Ahora nos presenta su nueva y brillante incursión
en el teatro medieval. De nuevo tenemos una simbiosis perfecta de farsa y
moralidad, una combinación de rituales sacros y profanos servida con
inigualable maestría en un espectáculo que rezuma gracia, colorido e
intenso y genuino vigor dramático. Ana Zamora parece poseer un innato
sentido teatral, una aguda percepción que le permite rastrear en estos textos
arcaicos los resortes de la teatralidad más primaria y el talento para recrearlos
sobre un escenario – con ayuda de un elenco de excepción, todo hay que
decirlo-. La música, de nuevo es una espléndida recreación sobre
partituras originales de cancioneros de la época y de música sacra,
ejecutada en directo, se articula con el resto de los elementos de la
teatralidad subrayando cada escena y reforzando su carácter solemne, emotivo
o burlesco, o acentuando siempre su ya de por sí marcada tonalidad cómica.
Espléndida es, como se ha indicado, la labor de actuación. Luis Miguel
Cintra, es el maestro de ceremonias, posee un inigualable sentido del verso y
una voz portentosa que modula con una insospechada riqueza de matices,
timbres y tonalidades; pero no le van a la zaga sus ayudantes en ese ritual
“macabrojocoso”, sus “esposas”, Sofía Marques y Elena Rayos.”
REVISTA DE LA CASA DE LA DANZA: “La Muerte, por importancia, necesita
un monográfico”.
IGLESIA DE SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA.
Víctor Burell 9/10/2010
“Nao d ́amores comprendió desde siempre el estigma de la componenda
de las tres artes (música, teatro y danza) y, desde la génesis de las
bibliotecas, nos dio un ¿teatro? distinto, fundamentalmente humano sin
olvidar el elemento religioso del hombre: soberbio, profundo y pueril. Ana
Zamora y Alicia Lázaro entendieron, desde el principio, lo que la música y la
palabra significaban en la antigua fusión renovada.
Dança da Morte es un reencuentro: el nuestro. Un amor por lo tanto a aquello
que nos corresponde, donde historia, lenguaje, música y tradiciones se
conjugan en un tapiz fascinante como un cuento, divertido como pudiera
ser la vida misma y profundo como la aceptación de la mortalidad al fin
como epílogo de aquello que sencillamente supiéremos hacer. Belleza
sencilla, a través de un trabajo asfixiador, como debe ser la belleza, que Ana
Zamora y su prole de españoles y gemelos portugueses han sabido llevar
hasta el puerto de nuestros corazones.”
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
EL NORTE DE CASTILLA, “Identitario y vinculante”
SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA. Alfonso Arribas 23/10/2010
“Belleza. A pesar de ser ya un término gastado y asociado a lo ñoño, no
hay palabra más precisa para describir la nueva creación de Ana Zamora.
Dança da Morte / Dança de la Muerte es un espectáculo bello, de estética
coherente y servida para el disfrute sensorial, un festín para la vista y
para el oído, un embriagador aroma a incienso, una degustación de
sabores antiguos y un ejemplo de teatro cercano, que se alcanza con la
yema de los dedos por la proximidad de actores y atrezzo. Y luego está el
compromiso ético, que no moral, que apunta a la reivindicación de lo mejor de
nuestra herencia, en este caso ibérica, peninsular, hermanada en un
espectáculo bilingüe. Todo eso es Nao d ́amores, volvió a serlo
afortunadamente, pero además en esta nueva joya se incorpora el
empaque de la compañía portuguesa Teatro da Cornucópia, un feliz
entendimiento que depara entre otras delicias la interpretación de Luis Miguel
Cintra, uno de los albaceas de las artes escénicas lusas. La danza con la que
se celebra y se exorciza, con la que se huye y se afronta, es ligera y exquisita,
como la música siempre tan bien dispuesta por Alicia Lázaro. Lo es la mezcla
de lo profundo y lo ligero o humorístico, y el encaje de textos de procedencias
espaciales y temporales dispares. Lo son las interpretaciones, y las voces, la
amplia puerta por la que los actores pasan al salón de la música y los músicos
a la de la actuación. Imposible entender a la compañía sin estos mimbres, que
lejos de resultar repetitivos son identitarios y vinculantes.”
EL ADELANTADO DE SEGOVIA, “Danzas de la vida”
SAN JUAN DE LOS CABALLEROS, SEGOVIA. Ana S. Romualdo 23/10/2010
“En esta Danza de la muerte hay numerosos puntos de confluencia con
montajes anteriores de Nao d ́amores. Sin embargo, desde mi punto de vista,
en la última propuesta de Zamora, la dramaturgia es mucho más consistente y
lo aspectos escénicos del montaje, mucho más potentes. Toda la parte final,
desde la sencillez de la pequeña marioneta construida apenas con la punta de
un faldón y una calavera; a las gran barca de Caronte recreada con la propia
escenografía me parecen elementos visualmente muy interesantes. Imposible
terminar sin dedicar unas palabras a la interpretación, comandada por el
veterano actor portugués Luis Miguel Cintra. Su imponente presencia escénica
está bien secundada por el resto del reparto.”
VISÃO, “A margem da alegria: teatralizar a morte para exaltar a vida”.
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, Rosário Anselmo, 14/10/2010
“Num feliz regresso a Portugal, depois da apresentação no âmbito do
Festival de Almada, a Nao d'Amores entra pelo Teatro do Bairro Alto adentro
para sublimar a mais primeva das inquietações. Em duas línguas, persegue-se
um mesmo propósito: apostrofar a morte, trazendo os ritos ancestrais à
dimensão artística. Dito assim, parecerá árido. Pois não. A encenação de Ana
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
Zamora, em perfeito alinhamento com a cenografia de David Faraco, permite a
apropriação de um sentido muito para além do que é dito.
Tudo nesta Dança revela nobreza e inteligência no tratamento estético do
tópico, da música interpretada ao vivo à movimentação dos atores e a
uma inesperada tónica da alegria. Luís Miguel Cintra, extraordinário mestre-
de-cerimónias, Morte, barqueiro, lembra a brevidade da vida, mas desdobra-se
também noutras personagens de teor jocoso, como o velho lascivo que o
tempo não poupa. Sofia Marques e Elena Rayos, múltiplas, graciosas, elevam
a função a um estádio de aparente leveza, um dos trunfos do espetáculo. A
fluidez é ainda conseguida por elementos de ligação entre momentos e figuras
(os criativos chapéus que assinalam identidades, o jogo de representação com
a caveira, a espetacular transformação dos dois púlpitos numa barca, os
troféus pendurados no mastro, os movimentos coreográficos). Na linha do
jogo proposto pela encenasão, ponha-se pois o chapéu de espetador para
o tirar aos criadores. E que, terminado o·espetáculo, celebrando a
margem dos que não embarcaram ainda, a vida faz mais sentido.
TIME OUT, “Ter- Dom”
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, Rui Monteiro, 4/10/2010
(...) Volte-se então a esse algures representado em Dança da Morte no
interior de um cenário de David Faraco invocador de fausto, pobreza,
superstição e misticismo que os figurinos de Deborah Macias realçam. Nesse
lugar, Ana Zamora encontra este e essoutro tempos animando palavras que
ilustram mais a continuação do que a distância, explorando o prolongamento
da relação com o macabro mais do que o corte epistemológico operado em
algumas culturas pela dessacralização da morte.
EXPRESSO, “Olhar a morte de frente”
TEATRO DO BAIRRO ALTO, LISBOA, João Carneiro, 2/10/2010
“A componente musical é de importância igual à dimensão estritamente
verbal e textual, e o trabalho de pesquisa e dramaturgia musical, a cargo de
Alicia Lázaro, pretendeu, criar um conjunto que desse sentido ao nome e ao
género “Dança da Morte”, composto por números musicais dramaturgicamente
relevantes. O espetáculo, bilingue, é primorosamente interpretado pelos atores
Luís Miguel Cintra, Sofia Marques e Elena Rayos e pelos músicos Eva Jornet,
Juan Ramón Lara e Isabel Zamora.”
EL DÍA DE CIUDAD REAL: “Los novios de la muerte”
FESTIVAL DE ALMAGRO, Paco Otero, 27/07/2010
“Luis Miguel Cintra defiende su trabajo con una credibilidad que
sólo se encuentra entre los grandes. Pero sería injusto decir que Cintra
aguanta solo la obra. Junto a él, Sofía Marques y Elena Rayos, dan la
réplica sin desmerecer, y Eva Jornet, Juan Ramón Lara e Isabel Zamora
ponen la nota musical, al tiempo que se integran en la estructura
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
dramática de una Dança da Morte, que despertó pasiones en el público.
La apuesta de Ana Zamora es arriesgada. Así que los beneficios son grandes
cuando se acierta, y no hay muchas dudas de que la directora ha dado en el
clavo con esta revisión de las danzas macabras medievales. Todo ello para
levantar una obra de apenas una hora que justifica festivales como el de
Almagro, en los que nuestra relación con los clásicos y lo clásico vertebra la
programación: (...) Una pequeña joya que retoma el espíritu de una época
para hablarnos de todas ellas. Una escenografía sobria y versátil acaba
trasformando el púlpito desde el que se sermonea la Muerte en una nave, la de
los locos, dispuestos a partir hacia “aquello de lo que no se puede hablar” a
donde el Caronte Luis Miguel Cintra nos conducirá con su bello portugués que
conmueve, aún sin que el público llegara a entenderlo al completo. Y es que
también esta Dança da Morte demuestra que los idiomas (portugués,
antiguo y puro castellano) son, a pesar de todos los pesares políticos y
económicos, un vehículo de comprensión. Una pena que sólo se haya
podido disfrutar de la Dança da Morte dos días, y en un espacio pequeño como
el Patio de Fúcares.”
LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL: “La muerte atrae el aplauso de Fúcares a
sus danzas”. FESTIVAL DE ALMAGRO, Nieves Sánchez, 26/07/2010
“Las danzas de la muerte que se bailaron para poner el broche de
oro al Festival de Teatro Clásico en este espacio arrancaron el aplauso
del respetable, que disfrutó de los instantes profundos, también hilarantes,
alrededor de la interpretación de Luis Miguel Cintra, Sofía Marques y Elena
Rayos. Especial mención merece en la interpretación la utilización del
castellano y el portugués indistintamente a lo largo del desarrollo de la
trama teatral, sin que provoque en el espectador desconcierto o falta de
entendimiento de los textos de una dramaturgia que se articula también con
obras de Gil Vicente y otros textos anónimos. La interpretación se enriquece
con las dos lenguas y los textos agradecen su fluida conexión. Destaca la
interpretación de Luis Miguel Cintra, que redondea una interpretación a base de
miradas que desde el púlpito desafían y en los bailes encandilan, al tiempo que
acaricia el verbo en las dos lenguas para ofrecer al público una visión dura,
tierna y cómica a la vez de un personaje atroz e inhumano. Le acompañan en
esta tarea unas compañeras perfectas de escena, con cuya interpretación de
los diversos personajes tejen una trama bien rematada. Poco más de una hora
de espectáculo en el que la dirección y la interpretación consiguen entretener,
educar y revalorizar sobre las tablas uno de los temas más manidos.”
LANZA: “Ana Zamora celebra la vida en una Dança da morte hispano-
portuguesa”.
FESTIVAL DE ALMAGRO, Belén Rodríguez, 25/07/2010
“Dança da Morte, con la presencia estelar de Luis Miguel Cintra, ha
pasado fugazmente por Almagro. El espectáculo es una celebración de la
vida, en sintonía con el pensamiento más contemporáneo, sin que la Muerte,
Cintra calavera en mano, y su danza macabra, pierda su esencia: el final
Dança da Morte / Dança de la Muerte
05/09/2011
inevitable de la vida humana. El montaje, inspirado en textos españoles y
portugueses de los siglos XV y XVI, reúne a músicos y actores sobre el
escenario que cantan y danzan mientras el espectador embobado no pierde de
vista el mensaje: la muerte es igual para todas las clases sociales, no distingue
y llegará, pero ese viejo de la calavera y suave acento portugués no puede ser
malo... Dancemos.”
EL CULTURAL: “Las misas profanas de Ana Zamora”
FESTIVAL DE ALMAGRO,
Liz Perales, 23/07/2010.
“Su pasión por indagar y rescatar las formas teatrales del Medievo y
el Renacimiento han convertido a Ana Zamora en una rara avis de la
escena española y también europea. Su labor no puede considerarse mera
adaptación de unos textos, muchas veces históricos y sin indicaciones
escénicas, sino que son fantasías originales en la medida que la autora se
inventa una estructura dramática a partir de aquellos. Los espectáculos de
Ana, tan documentados, parecen misas profanas, refinadas y poéticas,
provistas de un halo mágico. Lo que Zamora construye es un rito
desacralizado de lo que pudieron ser estas danzas. El espectáculo se sustenta
en cuatro elementos: un texto que alterna el castellano con el portugués
inspirado sobre todo en piezas de Gil Vicente; un atrezzo a base de sombreros
que identifican a las víctimas; la música original de Alicia Lázaro interpretada
por tres músicos; y unos actores capitaneados por Luis Miguel Cintra, el actor
lusitano de mayor prestigio, director del Teatro da Cornucopia de Lisboa. Cintra
tiene conciencia de que su encuentro con Zamora ha sido algo extraordinario y
emocionante, porque comparte con ella sensibilidad artística, un gusto por las
tradiciones populares, por la cultura medieval. El actor encarna el personaje
central del espectáculo, la Muerte, una especie de oficiante que con humor e
ironía va ajustando cuentas con los mortales. Tocado con un manto blanco,
su magnífica dicción alterna textos en portugués y en castellano antiguo
sobre la futilidad de la vida. Cintra es la gran figura del teatro portugués.”
EL MUNDO: “Nao d ́amores recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV en torno a
la muerte”. FESTIVAL DE ALMAGRO, Rafael Esteban, 23/ 07/2010.
“Dirigido por Zamora e interpretado por un reparto encabezado por
Cintra, uno de los más prestigiosos actores lusos, Dança da Morte, permite
recuperar una parte de la literatura ibérica que no suele subir a los
escenarios. Una dramaturgia que huye de la erudición para convertirse en un
espectáculo popular Dança da Morte recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV
en torno a la muerte, con danzas, canto y música de la época, además de un
vestuario inspirado en la tradición que puede sorprender a muchos que piensan
que la austeridad y la oscuridad eran los elementos característicos de la época.
También permanece el lenguaje de entonces. Mejor dicho, los lenguajes,