Farsas y Églogas
de Lucas Fernández
coproducido con la Compañía Nacional de Teatro Clásico
La Compañía Nacional de Teatro Clásico inicia con el espectáculo Farsas y Églogas de Lucas Fernández, dirigido por Ana Zamora, un camino de colaboración con equipos de trayectoria consolidada y calidad contrastada a lo largo de años de trabajo.
Hace ya más de 10 años que el equipo artístico de Nao d´amores trabaja intensamente en la recuperación del repertorio dramático medieval y renacentista, hermano menor de nuestro tantas veces loado teatro del Siglo de Oro. En esta ocasión, dentro de esta obsesión por seguir desarrollando una manera de entender y divulgar este fascinante período de nuestro pasado teatral, y sin perder nuestra identidad artística, lo hacemos de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
El punto de partida para este proyecto conjunto, fue trabajar en torno a la figura de Lucas Fernández (1474- 1541), autor dramático de primerísima categoría que durante siglos ha vivido a la sombra de su rival coetáneo, Juan del Encina, considerado tradicionalmente el patriarca del teatro español.
Ha sido un año de intenso trabajo de investigación, para intentar entender, desde las perspectivas más diversas, el material de partida al que nos enfrentábamos. En este sentido, los estudios filológicos que desarrolló María Josefa Canellada en los años setenta del siglo pasado, han supuesto nuestra tabla de salvación ante una obra llena de incógnitas, que requieren para ser resueltas una gran familiaridad con la lengua y la sociedad que representan las Farsas. Este espectáculo va dedicado a su memoria, con toda nuestra gratitud, respeto y cariño.
El proceso de construcción de la puesta en escena que ahora les presentamos, se ha desarrollado en Segovia, apartados del mundanal ruido, a lo largo de dos meses de encierro creativo de todo el equipo artístico, en un ejercicio de gustosa convivencia.
Nuestro punto de partida, ha sido el de la confianza ciega en que los pastores de Lucas Fernández son auténticos. Auténticos en sus juegos y en sus juramentos, sus exclamaciones y sus zamarras… pero sobre todo en sus sentimientos, en sus impulsos, en su espíritu vital. Y siempre, detrás de todo, sustentando la propia estructura dramática, esa pasión desbordada por lo popular, que a nosotros nos sigue fascinando.
Este espectáculo pretende ser una fiesta, un juego que integra recursos textuales, musicales y escénicos, basado en una dramaturgia construida con extractos de todas las obras conocidas de Lucas Fernández excepto el Auto de la Pasión. Y por encima de todo, un canto a ese Amor que siempre vence en Lucas Fernández (el sacro y el profano), metáfora del camino hacia la luz, del triunfo de la alegría de vivir.
Ana Zamora
LA MÚSICA EN LA OBRA DE LUCAS FERNÁNDEZ
Pese a su condición de músico, y a las referencias y alusiones directas contenidas en su obra, la música en Lucas Fernández no ha sido objeto de atención de los estudiosos, sin duda debido a la ausencia de fuentes originales del autor: una única obra, contenida en el Cancionero Musical de Palacio, podría, y con dudas, serle atribuida.
Parecería así que su ejercicio musical se centrase en la interpretación y la docencia, y se explicaría así la naturalidad con la que incluye en su obra teatral los villancicos, en vigoroso pero no menos lírico castellano, para los que hubo de haber música. Pautada o no, proveniente tal vez del acervo común de quienes interpretaron estas obras, - cofrades, capellanes, gentes de la universidad ….– alguna música hizo sonar estos villancicos, pero desconocemos si fue el propio Lucas Fernández su autor, porque no se ha conservado la fuente directa.
La cita musical en estas farsas no es tan profusa como en el teatro cortesano de Gil Vicente, pero está presente. Además del Diálogo para cantar, cuya música , de Garci Sánchez de Badajoz , se conserva en el Cancionero de Palacio, en algunos casos ha sido posible encontrar referencias musicales muy directas. Las músicas citadas en la Farsa II se han respetado, y nos hemos arriesgado también a convocar, entre otros, a su rival Juan de la Encina, con quien, como muestra el esclarecedor estudio de M.J.Canellada, hubo intercambios y citas literarias muy directas.
Resulta asimismo evidente el contraste acendrado entre el sayagües realista, y el castellano de los villancicos que cierran o intermedian su obra teatral, pero en ambos la expresividad parece ser la intención principal: de la expresión vigorosa de la acción teatral, a la expresiva reflexión intermedia o final, en la que no sobra una copla.
Llegados a este punto, la “transversalidad” del trabajo musical apareció como la solución más evidente a este dilema: la presencia de lo que hoy llamamos “popular”, los ritmos contrastados, las danzas y percusiones, que por otra parte, nunca dejaron de estar presentes en este repertorio, la naturalidad del artificio musical polifónico, los contrastes instrumentales y vocales, son los recorridos sobre los que se han construido las músicas de este montaje.
FUENTES MUSICALES
ENTRADA
0.- Danza sobre percusión. Jota y Baile Charro (popular)
PRIMERA FARSA
1.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
2.- En esta montaña de gran hermosura. Sobre Ay triste que vengo. J. Encina. CMP 293
3.- Gran placer es el gasajo. Sobre: Gran gasajo siento yo. Anónimo. Cancionero de Segovia. Gran plazer siento yo ya. Pedro de Escobar.CMP. Villano (Anon.s.XVI)
SEGUNDA FARSA
4.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
5.- Canto del Caballero. Glosa de Antonio de Cabezón.
6.- Arded, corazón, arded. Los seys libros del Delphin (1538). Luys de Narváez.
7.- Nunca fue pena mayor. J. Urrede. Cancionero de Segovia.
8.- Tourdion. Anon. s.XVI
9.- Amor loco, amor loco. Anónimo. Cancionero CMBP.
10.- Pastorcico lastimado. Sobre Descansa triste pastor (J.Milarte. CMP 264).
11.- Romanesca. Tratado de glosas (1553) Diego Ortiz. Los seys libros del Delphin (1538). Luys de Narváez
TERCERA FARSA
12.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
13.- Paloteo. Llamada: popular Segovia. Paloteo: Manuscrito Saldívar (Anon.s.XVII) y La vida de Culín: Cancionero de Montecassino.
14.- Quien sirve al amor. Sobre Pensad ora’al. Anónimo. CMP 151.
FARSA DEL NACIMIENTO
15.- Gerigonza. Ensalada El Jubilate. Mateo Flecha (1481-1553).
16.- Et homo factus est.. Credo de la Misa Nunca fue pena mayor. F.Peñalosa. (c.a. 1470- 1528). Catedral de Tarazona.
17.- Dezid los pastores. Sobre Senhora del mundo. Anónimo. CMBP. 74.
Alicia Lázaro
EL AUTOR: LUCAS FERNÁNDEZ (1)
Nace en Salamanca en 1474, quizá el mismo día de San Lucas (18 de octubre), en el seno de la familia Cantalapiedra. Muertos sus padres, en 1489, queda al amparo de su tío Alonso González de Cantalapiedra sacerdote, capellán de coro de la Catedral, que poseía además un beneficio en Alaraz.
Hacia los años 1490 y tantos, es estudiante de Arte en la Universidad donde obtiene el grado de bachiller. Seguidamente se ordena sacerdote.
Comienza su carrera musical como mozo de coro, hasta que en 1498 obtiene la plaza de Cantor de la Catedral. Entre los varios pretendientes que tuvo esta plaza estaban Juan del Encina y Lucas Fernández, y a partir de eses momento se establece gran enemistad entre ambos personajes.
Lucas Fernández sucedió a su tío en el beneficio de la villa de Alaraz. No está claro si residió en esta villa o no, quizá impedido por su cargo de cantor de la Catedral. Fue nombrado también beneficiado de Santo Tomás Cantuariense en Salamanca. En 1520 fue elegido Abad de la Clerecía.
En 1522 falleció el maestro Diego de Fermoselle, catedrático de música en el Estudio y Universidad de Salamanca, y en 31 de octubre de ese mismo año fue proveydo desta cátedra de bachiller por oposición. Desde este cargo, organizaba, dirigía y componía música para las fiestas de la Universidad y para las celebraciones del Corpus Christi.
El 17 de septiembre de 1541, murió en Salamanca. Fue enterrado en la catedral, en modesta sepultura de la que se desconoce el lugar.
(1) Ricardo Espinosa Maeso estudió magistralmente su biografía, con detalles y conjeturas, y añadió un Apéndice con documentos encontrados en archivos salmantinos. ESPINOSA MAESO, Ricardo. Ensayo biográfico del maestro Lucas Fernández. BRAE, X, 1923, pp.386- 424 y 567-603.
LUCAS FERNÁNDEZ: SU OBRA
La única edición antigua que conservamos de las obras de Lucas Fernández es un volumen publicado en 1514, que perteneció a la biblioteca de Gallardo, más tarde la Casa de Osuna y que actualmente se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid: Farsas y Églogas al modo pastoril y castellano fechas por Lucas Fernández Salmantino nuevamente impresas (Publica Lorenço de Liom Dedei, el diez de noviembre de 1514 en Salamanca). Gallardo editó algunas de las piezas del volumen y en 1867 Manuel Cañete lo publicó por completo, para la RAE, con un extenso prólogo. En 1929, Cotarelo hace una edición facsímile, con un sustancioso prólogo.
Por tanto las únicas piezas de Lucas Fernández que han llegado hasta nosotros, son las que se contienen en ese volumen: un Diálogo para cantar (que Cotarelo identifica como la primera ópera en lengua romance), tres piezas profanas, dos de asunto sacro, y un Auto de Pasión.
Excepto en este último texto, nuestro autor se sirve de los pastores como personajes predominantes en su obra dramática. Su gran aportación literaria es el tono, el carácter de dichos pastores y el dominio de la lengua en la que dialogan, el sayagués. La presencia de los pastores y su caprichosa jerga dialectal tiene una finalidad cómica, por contraposición entre los pastores virgilianos que se estudian en las aulas salmantinas y los brutos rurales auténticos que iban a los mercados. Detrás de todo ello está también seguramente la influencia de las propias representaciones populares en el campo de Salamanca.
Aunque Lucas Fernández, hubo de vivir el ambiente renovador de la Universidad de Salamanca, se aleja de la corriente renacentista de su rival, Juan del Encina para mantenerse más cerca del espíritu tradicional español, popular, dentro de un castellanismo más arraigado, en un realismo más vigoroso. Se podría decir que Lucas Fernández es menos literato, menos libresco, menos rico en lirismo, pero más denso de contenido.
Un espectáculo coproducido con la COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO
La COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO es una unidad de producción del INAEM (Instituto Nacional de la Artes Escénicas y la Música), encuadrado en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Creada por Adolfo Marsillach en 1986, la Compañía Nacional de Teatro Clásico tiene como misión principal la recuperación, preservación, producción y difusión del patrimonio teatral anterior al siglo XX, con especial atención al Siglo de Oro.
Sus objetivos son:
- La consolidación de grandes títulos del repertorio.
- La recuperación de obras menos conocidas del teatro clásico español.
- La cooperación con instituciones y compañías públicas y privadas, nacionales y extranjeras en proyectos comunes.
- Velar por la formación especializada en la representación de los clásicos, en la que ocupará un lugar destacado la prosodia del verso clásico.
- Impulsar iniciativas didácticas que faciliten el entendimiento de su programación artística.
Desde su creación, la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha contado con los siguientes directores:
- Adolfo Marsillach (enero de 1986 a julio de 1989 / enero de 1992 a enero de 1997)
- Rafael Pérez Sierra (agosto de 1989 a diciembre de 1991 / enero 1997 a noviembre de 1999)
- Andrés Amorós (noviembre de 1999 a mayo de 2000)
- José Luis Alonso de Santos (junio de 2000 a septiembre de 2004)
- Eduardo Vasco (septiembre de 2004 a septiembre de 2011)
- Helena Pimenta (desde septiembre de 2011)
FICHA ARTÍSTICA
Versión y Dirección Intérpretes Arreglos y Dirección Musical Coreografía Asesor de Verso Escenografía Vestuario Iluminación Diseño y Realización del Retablo Diseño y Realización del Suelo Producción Nao d´amores | Ayudante de Dirección Ayudante de Escenografía y Vestuario Ayudante de Producción Técnico de Compañía Asistente de Escenografía Asistente Técnico Talleres de Formación Asesoría de Percusión Realización de Vestuario Realización de Escenografía Realización de Atrezzo
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Duración aproximada:
75 minutos
Producción:
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Colabora:
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MJC in memoriam
EL ADELANTADO DE SEGOVIA: “El amor es la dicha”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Ana San Romualdo. 04/03/2012
“Son estas Farsas y Églogas uno de los montajes más luminosos, lúdicos y vitales que Nao d´amores ha firmado desde su nacimiento, hace más de una década. Una sonrisa adornaba a la salida la cara de la mayor parte del público que asistió a la presentación en Segovia.
El primer acierto de Ana Zamora ha sido no renunciar ni un ápice a la filosofía de Nao d´amores por mucho coproductor que sea la CNTC. El segundo acierto son el autor y el texto. Lucas Fernández, o al menos el Lucas Fernández que nos muestra Nao d´amores, es increíblemente cercano a nosotros, a pesar de los siglos y del sayagués que domina parte del montaje. Otro acierto del montaje es huir de representar a los pastores como meros tipos y convertirlos en verdaderos personajes, sujetos a todo el abanico de pasiones humanas. El último tramo del montaje deja de lado el amor profano y aborda el amor sacro, dándole otra perspectiva a la obra, sin perder el tono vibrante y con un retablo final que resulta igualmente delicioso.
Como siempre en los trabajos de Nao d´amores, las distintas artes conviven, en esta ocasión quizá con especial fluidez. El teatro, la danza y la música, forman un todo; la escenografía, el vestuario, la iluminación… todo colabora para crear una de las mejores obras de la compañía segoviana. Me parece de justicia dedicar unas palabras a Alicia Lázaro, que al frente de la vertiente musical, recupera la labor casi perdida de Lucas Fernández que también fue músico y alumbra un trabajo que, en no pocos momentos, invita incluso a olvidarse de la escena y disfrutar, con los ojos cerrados, sólo de la partitura”
EL NORTE DE CASTILLA: “Territorio bucólico”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Alfonso Arribas. 04/03/2012
“Cuando uno asiste a un montaje de Nao d´amores, lo hace como quien se enfrenta a un surtido de bombones. Sabes que te van a gustar, porque te gusta el chocolate, pero no conoces exactamente qué variedades tendrá la caja. Es una sorpresa atenuada, y lo que pierde en expectación, se gana por el lado de la garantía.
En esta ocasión, además existe una pátina cómica en todo el montaje que se disfruta a pesar de los arcaísmos y localismos o junto a ellos, gracias al inmenso trabajo de los actores y a la picardía que contienen los pasajes de Fernández.
El público que acudió al estreno salió reconfortado, convencido de nuevo de una propuesta rabiosamente moderna entrelazada con mimbres tan antiguos. Una creación singular, festiva, que viste al teatro con el ropaje popular que le hacía en ese tiempo tan cercano y mimético”
ARTEZ, Revista de las Artes Escénicas: “Ironía bucólica”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Manuel Sesma Sanz. 08/03/2012
“Tras su Danza de la muerte en coproducción con Teatro da Cornucópia de Lisboa donde algunos quisimos ver cierto compromiso ético y social, Nao d´amores ha aflojado la tuerca para adentrarse en el divertimento. En Farsas y églogas de Lucas Fernández, se presenta un teatro lúdico que aporta una buena dosis de ironía que es tanto como hacer un guiño a la modernidad.
Arqueología y modernidad, Nao d´amores conjuga ambos factores no sólo subrayando el aspecto irónico de la parte literarias, sino presentando un montaje escénico exquisito, riguroso, bello, gracioso e inteligente. Entre acciones, juegos, recitaciones, y retruécanos con acentos del castellano primitivo, las canciones subrayan un espectáculo gozoso, vivo y coral. Y es que las músicas en este montaje poseen entidad propia. Alicia Lázaro ha hecho un trabajo de armonización magnífico donde demuestra no sólo un gusto estético sensible y refinado sino un enorme talento artístico.
El espectáculo aporta una brillante luz en la estética, rigor en el tratamiento documental, y magnificencia en lo artístico con soluciones escénicas sorprendentes, lo bucólico puede mostrar cierta modernidad.”
LA GACETA DE SALAMANCA: “Luminoso humanismo”
Teatro Juan del Enzina (Salamanca). Antonio Colinas. 18/03/2012
“Terminó en apoteosis la representación que Ana Zamora nos ofreció de las Farsas y Églogas del salmantino Lucas Fernández. El resultado fue así no sólo por la calurosa respuesta del público (en un día en que, a la misma hora, actuaban en Salamanca Els Joglars y había un gran concierto en el CAEM) sino por la obra en sí y, sobre todo, por el remate de la misma. En ese momento culminante de la alegoría del Nacimiento, la directora teatral puso su pasión e ingenio en fundir sobre el escenario todos los recursos literarios, musicales, escenográficos, plásticos, artísticos que se le puedan extraer en grado máximo a una obra tan compleja.”
LA RAZÓN: “El Retablo de las maravillas”
Teatro Pavón. Miguel Ayanz. 30/03/2012
“La poesía y sensibilidad, con ráfagas de un sutil humor, se unen a la misma tesis fundacional: ver un clásico desconocido para el gran público en la clave estética con la que se concibió puede ser hermoso y amen si hay rigor y buen gusto.
Farsas y églogas abunda en este terreno sin flaquear, con algo más de color – el vestuario de Deborah Macías es ingenioso y tiene mucha gracia- y de humor.
El español montaraz, aún sin los oropeles del Siglo de Oro, choca al oído en los primeros minutos, pero pronto se hace familiar – gracias a la candorosa y divertida forma de abordar las historias ante nuestros ojos- y oportuno.
El joven reparto se acopla con fidelidad a esa esencia. El cuarteto masculino, Sergio Adillo, Juan Pedro Schwartz, un picaresco José Vicente Ramos y un divertido Alejandro Sigüenza, y la habitual Elena Rayos, de dulce comicidad, convierten la escena en una fiesta campestre creíble y entusiasta, un jolgorio de cencerros y panderetas con músicos participativos, como es norma en la compañía, gracias a los bellos arreglos de otra habitual, Alicia Lázaro.”
MADRIDIARIO.ES: “Arqueología teatral”.
Teatro Pavón. Antonio Castro. 31/03/2012
“Historietas de amores pastoriles –églogas- aderezadas con canciones y bailes. Para ser fieles a los orígenes, se ofrecen con economía de medios, utilizando, sobre todo, la gracia de los actores. Son ocho artistas en escena que sólo necesitan cencerros, cascabeles y unas piezas de lana para contarnos sus gracias y desgracias.
Estamos ante un entretenido montaje, interesante en su faceta ceremonial, que constituye una breve lección de literatura teatral en setenta minutos”
ABC Cultural: “Rescatando a Lucas Fernández”
Teatro Pavón. Julia Amezúa. 31/03/2012
“El montaje, de unos 75 minutos de duración, cuenta con una acción dramática sencilla alimentada de conflictos simples y constituye en conjunto una exaltación del amor, una fiesta de la luz y un canto de la alegría de vivir, que nos invita a ser optimistas y a disfrutar de la vida. Divertido juego escénico que invita a todos a estar alegres.”
elteatroquemegusta.com. “Maravillosa compañía Nao d´amores”
Teatro Pavón. La Teatrera. 02/04/2012
“El arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento. Si la gente quiere ver sólo las cosas que pueden entender, no tendrían que ir al teatro: tendrían que ir al baño (Bertolt Brecht).
Como sucede siempre en las obras que Ana Zamora lleva a escena, todo está muy cuidado, el vestuario es extraordinario, la escenografía original y siempre encerrando una sorpresa, la música siempre bien escogida acompaña perfectamente la representación.
Qué decir de los actores, transmiten con su expresividad lo que a veces pierdes del texto (en castellano antiguo) haciendo que te diviertas de principio a fin. Merece la pena adentrarse en teatro medieval de mano de la maravillosa compañía Nao d´amores”
EL PAÍS. “Farsas de cuando exportábamos lana”
Teatro Pavón. Javier Vallejo. 6/04/2012.
“Ana Zamora anda empeñada en que el teatro medieval y renacentista no sean sólo pasto de filólogos. A textos donde otros no ven manera de hincarles el diente, ella les coge el pulso poético y les saca tajada.
Ella y su equipo, presentan ahora unas satisfactorias Farsas y églogas de Lucas Fernández. Encantador, ligero y hondo a la vez, el trabajo de la actriz Elena Rayos”
REVISTA TEATROS: “Farsas y Églogas de Lucas Fernández”
Teatro Pavón. M.P. 09/04/2012
“Integrando recursos textuales, musicales y escénicos y basándose en una dramaturgia construida con extractos de todas las obras de Lucas Fernández –excepto el Auto de Pasión, Nao d´amores y la Compañía Nacional de Teatro Clásico han conseguido crear, más que un espectáculo, una auténtica fiesta teñida del color de los instrumentos antiguos”
PERIODISTA DIGITAL: “Una refrescante dosis de inocencia en el Pavón”
Teatro Pavón. José Catalán Deus. 09/04/2012
“¿Necesita un lavado de neuronas, un refresco del ánimo, sentirse pimpollo inocente, una mente tierna? Nada de psicólogos ni pastillas. Hora y cuarto de cambio de chip viendo teatro renacentista español en dialecto de la época. Saldrá con una sonrisa de oreja a oreja.
Una delicia sencilla y fresca. El resultado es excepcional, una rara avis en nuestros escenarios. Por su medida longitud, hora y cuarto que vale más que tantas interminables y pretenciosas dramaturgias que se ven por ahí. Por la sencillez y calidad de la puesta en escena y la interpretación. Y por el acompañamiento de músicas y bailes que conforman junto con todo lo demás de un espectáculo oxigenante de los que te hacen sentir mejor al terminar. Mejor anímicamente, porque es tierno e inocente. Mejor físicamente porque trasmite energía positiva y ganas de vivir.
En fin, se trata de una perla -exótica y entrañable a partes iguales- en la programación de este año”
ABC: “Amores pastoriles”.
Teatro Pavón. José Ignacio García Garzón. 13/04/2012
“La compañía Nao d´amores vuelve a rescatar un tesoro casi olvidado, hasta ahora más materia de estudiosos, - como Mª Josefa Canellada a cuya memoria va dedicado este espectáculo- que de los escenarios. Las hábiles y amorosas manos de Ana Zamora han tejido de nuevo una primorosa labor dramatúrgica ensamblando fragmentos de todas las obras que se conservan de Lucas Fernández excepto del Auto de Pasión.
Un espectáculo tan rebosante de encanto como de rigor y humor en el que se utilizan, bien ensamblados, elementos escénicos y musicales, y en lo textual se respeta el habla sayaguesa, variedad dialectal del antiguo leonés; un recurso que termina colaborando en la comicidad del espectáculo y en su acabado de rara joyita recuperada. Concluye con un retablillo navideño que es una delicia estética y conceptual. Estupendo el vestuario de Deborah Macías con su juego combinatorio de colores alternados, la escenografía móvil de David Faraco, y las interpretaciones de actores y músicos, con nota para la frescura de Elena Rayos.”
Madridteatro: “Delicadezas renacentistas”
Teatro Pavón. Jerónimo López Mozo. 12/04/2012.
“Ana Zamora y el entusiasta grupo de colaboradores que la arropan, han obrado el milagro. El vehículo para materializar el rescate ha sido Nao d´amores, la compañía que, a tal fin, creó hace una década.
En consecuencia con el respeto a la palabra escrita, está la dicción, minuciosamente ensayada por los actores. Igual rigor preside el resto de elementos que configuran la puesta en escena. La música, cuidadosamente seleccionada, casa a la perfección con los recitados y las canciones y es adecuada a los bailes, de gran plasticidad y muy bien coreografiados. El espacio escénico, limitado en los laterales por asientos para el público, está presidido por un carromato que hace de tabladillo para actores y músicos. El cual, en la escena final, se transforma en un retablo que acoge un nacimiento viviente, cuya bella, originalidad y sencilla composición, provoca el entusiasmo del público. El vestuario, es pura policromía y originalidad, contribuye a que el acabado sea perfecto. El resultado es un espectáculo a la vez popular y culto. Es popular por su temática, una sucesión de escenas que tratan de los divino y de lo humano. El aire culto lo ponen los intérpretes. Lo son los de esta puesta en escena, por su formación actoral y el rigor intelectual que ha presidido los ensayos. Todo el elenco es digno de aplauso. Si acaso, quepa destacar la extrovertida y siempre divertida Elena Rayos, veterana integrante de Nao d´amores.”
EL MUNDO: “Retablo genial”.
Teatro Pavón. Javier Villán. 18/04/2012.
“Un gozoso montaje pleno de fiesta pastoril, de amores contrariados y de amores plenos, de danzas y de canciones y sensualidad. Es como una comedia de enredo agraria con flautas y chirimías. Y con cencerros y esquilas que vienen la liturgia de los pastores y rebaños.
Ana Zamora sigue fiel a la trayectoria de Nao d´amores; lo que quiere decir leal a los orígenes del teatro, pero no es esclava de una fórmula ni una idea. Evoluciona. Farsas y Églogas es un salto cualitativo más dinámico; un ejercicio de lenguaje para calibrar la calidad de los actores: un vocabulario arcaico se convierte en una propuesta de trabajo escénico más allá de un ejercicio lingüístico. Y esto es así porque Ana Zamora no ha creado un estilo escénico, sino una poética dramática. Conviene distinguir entre estilo, que es una sucesión de gestos, y una poética, que es una esencia, y define la naturaleza de un empeño. Delicioso el juego pastoril que aturde al principio por su algarabía”.
VERDADES IMPRECISAS: “Farsas y Églogas, carcajada asegurada”.
Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Ana Márquez. 15/06/2012
“El reparto de la obra, atrapa al espectador durante 75 minutos incansables, apoyados por un juego de luces y sombras, una puesta en escena dinámica que interactúa con el público, y una música en directo que concuerda a la perfección con la situación que se representa en la escena.
Las risas no dejan de sonar ante esta farsa o quasi comedia, donde los espontáneos protagonistas sueltan improperios y barbaridades ante el amor no correspondido que, al final, siempre sale bien parado. Sin cortarse al hablar de lo más profano y carnal del amor, donde realmente estalla la carcajada.
Un cierre de la obra inolvidable (…), un final realmente dulce con el que el público no reprime los aplausos.”
EL DIGITAL DE MADRID: “Unos pastores nada bucólicos”.
Clásicos en Alcalá. Claustro Colegio del Río. Gordon Craig. 23/06/2012.
“Hay que agradecer la impagable labor que la joven directora y su empeño sostenido (ya va para 10 años capitaneando Nao d´amores) en recuperar para la escena parte de ese tan rico como desconocido legado cultural.
El trabajo de los actores es espléndido (…). En ocasiones, incluso, se percibe el esfuerzo por materializar las peculiaridades fonéticas del dialecto sayagués en el que se expresan los actores y que, coadyuva de manera definitiva a generar esa atmósfera de primitivismo, de ritual arcaico, que es uno de los mayores alicientes del espectáculo.
Aquí la música, huelga decirlo, con los espléndidos arreglos de Alicia Lázaro de melodías y canciones de la época interpretadas en vivo con instrumentos antiguos tiene un papel esencial. Y la danza, donde aflora quizá más que en ningún elemento el carácter popular y lúdico de las farsas y la jocunda alegría de la vida del pueblo llano que trasmiten. Y esa suerte de “carro de Tespis”, que tanto juego da como único elemento de la escenografía y que pese a las aparentes dificultades para su desplazamiento, se abre como una fastuosa caja de sorpresas para convertirse en un hermosos retablillo y albergar el inesperado y brillante colofón.”
LIBRERÍAHISPÁNICA: “En escena. Farsas y Églogas de Nao d´amores”.
Festival Olmedo Clásico. Peri Lope, 21/07/2012.
“La obra de anoche entretuvo a la mayor parte de los asistentes, y, además, nos regaló una propuesta teatral única (…). Así pues lo que Nao d´amores puede ofrecer es una recreación de aquellas representaciones y logra con ello encandilar al público. El sayagués, que para algún mirlado ha podido parecer obstáculo es, en realidad gancho definitivo, elemento más que interesante gracias a su peculiaridad, también sonora, con la que los personajes se expresaban.
Creo que la naturalidad es otro de los logros del espectáculo. Tan brutos y brutas me parecieron estos pastores como encantadores, con sus escandalosos cencerros y sus historias mínimas, listas para degustar como quien saborea un plato que llevara quinientos años sin ponerse sobre mesa alguna.”
EL NORTE DE CASTILLA: “Inauguración rigurosa y festiva”.
Festival Olmedo Clásico. Fernando Herrero, 21/07/2012.
“Seguir una línea estética, en principio muy diferente, de la que proporciona el gran espectáculo no es fácil. El montaje ha conseguido esa personalidad teatral basada en el rigor de la investigación filológica, en la búsqueda de la música, en la creatividad de unos actores que crece con el tiempo. Por ello, en momentos depresivos, esta humilde y lograda versión de una parte importante de la dramaturgia de nuestro país fue una fiesta, una fiesta optimista frente al pesimismo real que invade el cuerpo social.
Una especie de carreta que se transforma y en la que los músicos acompañan la acción. Ocho componentes de Nao d´amores que cantan, tocan instrumentos de la época y bailan. Lección fonética por una parte, gestual por otra, con una precisa ocupación de los dos escenarios. Final espectacular, desde ese carro transformable, lleno de humor, y vestuario pastoril un tanto irónico en un conjunto trabajado hasta los mínimos detalles.”
LA TRIBUNA DE TOLEDO: “Tradición anterior a la tradición”
Ciclo de Clásicos. Teatro Rojas de Toledo. ADM, 14/10/2012.
“Nao d’amores regresó este sábado a Toledo acompañada de un calificativo, fascinación, que va todavía más allá del rigor y la especialización de estos defensores del teatro anterior al Siglo de Oro. Probablemente sea la palabra que mejor explique su compromiso con la tradición experimentado no desde la frialdad de las reconstrucciones académicas, sino desde el fondo mismo de las tripas. ‘Farsas y églogas de Lucas Fernández’, fue capaz de convertir el interior italiano del Teatro de Rojas en lo más profundo de cualquier valle arrimado a la Vía de la Plata, allá por las provincias de Salamanca o de León.
ABC: “Un bocado teatral exquisito”
Ciclo de Clásicos. Teatro de Rojas de Toledo. Antonio Illán 14/10/2012.
“El teatro de Ana Zamora y, por ende, el de Nao d’amores, es siempre un bocado de exquisitez cultural. Farsas y Églogas de Lucas Fernández es un espectáculo jacarandoso, festivo, a manera de juego que integra recursos textuales, musicales y escénicos y el propio público como un elemento más de la dramaturgia casi interactuando con los actores en el mismo escenario.
Ana Zamora y Nao d’amores acostumbran a ofrecernos un teatro basado en un profundo y pormenorizado estudio filológico, musicológico, folclórico y etnológico, que indaga en los pormenores del texto, en el autor que lo compuso y en la sociedad que refleja y para la que fue creado. Luego, la directora y su equipo de producción llevan a cabo el trabajo creativo exhaustivo para lograr un espectáculo dinámico, interesante, entendible y estético, que, sin perder sus raíces históricas, se adapte a los espectadores del siglo XXI. Hemos gozado con el teatro festivo que nos ofrecen estas farsas y églogas.
Al mundo zafio que nos rodea, que nos aprisiona a veces, es bueno que se asomen bocanadas de aire cultural, popular pero exquisito, como este que nos ha traído el Teatro de Rojas y Nao d’amores. Un aplauso merecido.
INTRODUCCIÓN
La Compañía Nacional de Teatro Clásico inicia con el espectáculo Farsas y Églogas de Lucas Fernández, dirigido por Ana Zamora, un camino de colaboración con equipos de trayectoria consolidada y calidad contrastada a lo largo de años de trabajo.
DOSSIER
La Compañía Nacional de Teatro Clásico inicia con el espectáculo Farsas y Églogas de Lucas Fernández, dirigido por Ana Zamora, un camino de colaboración con equipos de trayectoria consolidada y calidad contrastada a lo largo de años de trabajo.
Contar para esta primera experiencia en el campo de las coproducciones con la compañía Nao d´amores es un honor, y desde luego una apuesta segura. Nao nace en 2001 de la mano de un equipo de profesionales que proceden de distintos campos, como la música antigua, el trabajo con títeres y el teatro clásico, y trabaja desde entonces desarrollando una importante labor de investigación y puesta en escena en torno al repertorio medieval y renacentista de nuestro teatro.
Textos como los que componen estas Farsas de Lucas Fernández que presentamos hoy, o bien otros de Gil Vicente o Juan del Encina nos hacen comprender por sus temas, su expresión dramática y la calidad de su composición que no debemos considerar al teatro de los siglos XV y XVI un hermano menor de los títulos compuestos por Lope, Calderón o Tirso.
Los autores teatrales anteriores a la comedia nueva no sólo tienen valor por sí mismos, sino que son indispensables como eslabones necesarios en la creación de la fórmula magistral de nuestra comedia nueva del Siglo de Oro. Nao d´amores ha desarrollado en este campo un lenguaje propio y ha conseguido crear una poética personal de extraordinaria belleza y sentido, que ha iluminado certeramente los textos de un repertorio apenas frecuentado en nuestros escenarios.
La obra del salmantino Lucas Fernández fue escrita muy tempranamente, sin que de ella tengamos más fecha segura que 1497 para su Farsa o quasi comedia de la Doncella, el Pastor y el Caballero, y 1500 para su Égloga del Nacimiento de Nuestro Redentor Jesucristo. Estas piezas y otras, hasta siete, están impresas reunidas en un volumen fechado en Salamanca en 1514 e impreso por Lorenzo de LiomDedei.
El trabajo de Ana Zamora y su compañía nos ha regalado en otras ocasiones una experiencia teatral única, por medio de la cual hemos tenido la oportunidad de viajar a los orígenes de nuestro teatro, y este montaje no es una excepción. Ana ha extraído y elaborado una dramaturgia personal con cinco de estas pequeñas piezas que conforman el conjunto original, construyendo con ellas un espectáculo en el que los pastores y las gentes rurales se expresan en toda su sinceridad, respirando un realismo vigoroso y definiéndose llanamente a ellos mismos y lo que quieren con sus propias palabras. De esta forma, y mediante el empleo del texto, la música y de la danza, Nao d´amores ha puesto en pie una fiesta para los sentidos que reivindica con pasión lo popular, situando en el centro el tema del amor que, a pesar de los obstáculos, se eleva siempre victorioso.
Helena Pimenta
Directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico
Hace ya más de 10 años que el equipo artístico de Nao d´amores trabaja intensamente en la recuperación del repertorio dramático medieval y renacentista, hermano menor de nuestro tantas veces loado teatro del Siglo de Oro. En esta ocasión, dentro de esta obsesión por seguir desarrollando una manera de entender y divulgar este fascinante período de nuestro pasado teatral, y sin perder nuestra identidad artística, lo hacemos de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
El punto de partida para este proyecto conjunto, fue trabajar en torno a la figura de Lucas Fernández (1474- 1541), autor dramático de primerísima categoría que durante siglos ha vivido a la sombra de su rival coetáneo, Juan del Encina, considerado tradicionalmente el patriarca del teatro español.
Ha sido un año de intenso trabajo de investigación, para intentar entender, desde las perspectivas más diversas, el material de partida al que nos enfrentábamos. En este sentido, los estudios filológicos que desarrolló María Josefa Canellada en los años setenta del siglo pasado, han supuesto nuestra tabla de salvación ante una obra llena de incógnitas, que requieren para ser resueltas una gran familiaridad con la lengua y la sociedad que representan las Farsas. Este espectáculo va dedicado a su memoria, con toda nuestra gratitud, respeto y cariño.
El proceso de construcción de la puesta en escena que ahora les presentamos, se ha desarrollado en Segovia, apartados del mundanal ruido, a lo largo de dos meses de encierro creativo de todo el equipo artístico, en un ejercicio de gustosa convivencia.
Nuestro punto de partida, ha sido el de la confianza ciega en que los pastores de Lucas Fernández son auténticos. Auténticos en sus juegos y en sus juramentos, sus exclamaciones y sus zamarras… pero sobre todo en sus sentimientos, en sus impulsos, en su espíritu vital. Y siempre, detrás de todo, sustentando la propia estructura dramática, esa pasión desbordada por lo popular, que a nosotros nos sigue fascinando.
Este espectáculo pretende ser una fiesta, un juego que integra recursos textuales, musicales y escénicos, basado en una dramaturgia construida con extractos de todas las obras conocidas de Lucas Fernández excepto el Auto de la Pasión. Y por encima de todo, un canto a ese Amor que siempre vence en Lucas Fernández (el sacro y el profano), metáfora del camino hacia la luz, del triunfo de la alegría de vivir.
Ana Zamora
LA MÚSICA EN LA OBRA DE LUCAS FERNÁNDEZ
Pese a su condición de músico, y a las referencias y alusiones directas contenidas en su obra, la música en Lucas Fernández no ha sido objeto de atención de los estudiosos, sin duda debido a la ausencia de fuentes originales del autor: una única obra, contenida en el Cancionero Musical de Palacio, podría, y con dudas, serle atribuida.
Parecería así que su ejercicio musical se centrase en la interpretación y la docencia, y se explicaría así la naturalidad con la que incluye en su obra teatral los villancicos, en vigoroso pero no menos lírico castellano, para los que hubo de haber música. Pautada o no, proveniente tal vez del acervo común de quienes interpretaron estas obras, - cofrades, capellanes, gentes de la universidad ….– alguna música hizo sonar estos villancicos, pero desconocemos si fue el propio Lucas Fernández su autor, porque no se ha conservado la fuente directa.
La cita musical en estas farsas no es tan profusa como en el teatro cortesano de Gil Vicente, pero está presente. Además del Diálogo para cantar, cuya música , de Garci Sánchez de Badajoz , se conserva en el Cancionero de Palacio, en algunos casos ha sido posible encontrar referencias musicales muy directas. Las músicas citadas en la Farsa II se han respetado, y nos hemos arriesgado también a convocar, entre otros, a su rival Juan de la Encina, con quien, como muestra el esclarecedor estudio de M.J.Canellada, hubo intercambios y citas literarias muy directas.
Resulta asimismo evidente el contraste acendrado entre el sayagües realista, y el castellano de los villancicos que cierran o intermedian su obra teatral, pero en ambos la expresividad parece ser la intención principal: de la expresión vigorosa de la acción teatral, a la expresiva reflexión intermedia o final, en la que no sobra una copla.
Llegados a este punto, la “transversalidad” del trabajo musical apareció como la solución más evidente a este dilema: la presencia de lo que hoy llamamos “popular”, los ritmos contrastados, las danzas y percusiones, que por otra parte, nunca dejaron de estar presentes en este repertorio, la naturalidad del artificio musical polifónico, los contrastes instrumentales y vocales, son los recorridos sobre los que se han construido las músicas de este montaje.
Alicia Lázaro
FUENTES MUSICALES
ENTRADA
0.- Danza sobre percusión. Jota y Baile Charro (popular)
PRIMERA FARSA
1.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
2.- En esta montaña de gran hermosura. Sobre Ay triste que vengo. J. Encina. CMP 293
3.- Gran placer es el gasajo. Sobre: Gran gasajo siento yo. Anónimo. Cancionero de Segovia. Gran plazer siento yo ya. Pedro de Escobar.CMP. Villano (Anon.s.XVI)
SEGUNDA FARSA
4.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
5.- Canto del Caballero. Glosa de Antonio de Cabezón.
6.- Arded, corazón, arded. Los seys libros del Delphin (1538). Luys de Narváez.
7.- Nunca fue pena mayor. J. Urrede. Cancionero de Segovia.
8.- Tourdion. Anon. s.XVI
9.- Amor loco, amor loco. Anónimo. Cancionero CMBP.
10.- Pastorcico lastimado. Sobre Descansa triste pastor (J.Milarte. CMP 264).
11.- Romanesca. Tratado de glosas (1553) Diego Ortiz. Los seys libros del Delphin (1538). Luys de Narváez
TERCERA FARSA
12.- Quien te hizo Juan Pastor. Garci Sánchez de Badajoz. CMP 189.
13.- Paloteo. Llamada: popular Segovia. Paloteo: Manuscrito Saldívar (Anon.s.XVII) y La vida de Culín: Cancionero de Montecassino.
14.- Quien sirve al amor. Sobre Pensad ora’al. Anónimo. CMP 151.
FARSA DEL NACIMIENTO
15.- Gerigonza. Ensalada El Jubilate. Mateo Flecha (1481-1553).
16.- Et homo factus est.. Credo de la Misa Nunca fue pena mayor. F.Peñalosa. (c.a. 1470- 1528). Catedral de Tarazona.
17.- Dezid los pastores. Sobre Senhora del mundo. Anónimo. CMBP. 74.
Alicia Lázaro
EL AUTOR: LUCAS FERNÁNDEZ (1)
Nace en Salamanca en 1474, quizá el mismo día de San Lucas (18 de octubre), en el seno de la familia Cantalapiedra. Muertos sus padres, en 1489, queda al amparo de su tío Alonso González de Cantalapiedra sacerdote, capellán de coro de la Catedral, que poseía además un beneficio en Alaraz.
Hacia los años 1490 y tantos, es estudiante de Arte en la Universidad donde obtiene el grado de bachiller. Seguidamente se ordena sacerdote.
Comienza su carrera musical como mozo de coro, hasta que en 1498 obtiene la plaza de Cantor de la Catedral. Entre los varios pretendientes que tuvo esta plaza estaban Juan del Encina y Lucas Fernández, y a partir de eses momento se establece gran enemistad entre ambos personajes.
Lucas Fernández sucedió a su tío en el beneficio de la villa de Alaraz. No está claro si residió en esta villa o no, quizá impedido por su cargo de cantor de la Catedral. Fue nombrado también beneficiado de Santo Tomás Cantuariense en Salamanca. En 1520 fue elegido Abad de la Clerecía.
En 1522 falleció el maestro Diego de Fermoselle, catedrático de música en el Estudio y Universidad de Salamanca, y en 31 de octubre de ese mismo año fue proveydo desta cátedra de bachiller por oposición. Desde este cargo, organizaba, dirigía y componía música para las fiestas de la Universidad y para las celebraciones del Corpus Christi.
El 17 de septiembre de 1541, murió en Salamanca. Fue enterrado en la catedral, en modesta sepultura de la que se desconoce el lugar.
(1) Ricardo Espinosa Maeso estudió magistralmente su biografía, con detalles y conjeturas, y añadió un Apéndice con documentos encontrados en archivos salmantinos. ESPINOSA MAESO, Ricardo. Ensayo biográfico del maestro Lucas Fernández. BRAE, X, 1923, pp.386- 424 y 567-603.
LUCAS FERNÁNDEZ: SU OBRA
La única edición antigua que conservamos de las obras de Lucas Fernández es un volumen publicado en 1514, que perteneció a la biblioteca de Gallardo, más tarde la Casa de Osuna y que actualmente se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid: Farsas y Églogas al modo pastoril y castellano fechas por Lucas Fernández Salmantino nuevamente impresas (Publica Lorenço de Liom Dedei, el diez de noviembre de 1514 en Salamanca). Gallardo editó algunas de las piezas del volumen y en 1867 Manuel Cañete lo publicó por completo, para la RAE, con un extenso prólogo. En 1929, Cotarelo hace una edición facsímile, con un sustancioso prólogo.
Por tanto las únicas piezas de Lucas Fernández que han llegado hasta nosotros, son las que se contienen en ese volumen: un Diálogo para cantar (que Cotarelo identifica como la primera ópera en lengua romance), tres piezas profanas, dos de asunto sacro, y un Auto de Pasión.
Excepto en este último texto, nuestro autor se sirve de los pastores como personajes predominantes en su obra dramática. Su gran aportación literaria es el tono, el carácter de dichos pastores y el dominio de la lengua en la que dialogan, el sayagués. La presencia de los pastores y su caprichosa jerga dialectal tiene una finalidad cómica, por contraposición entre los pastores virgilianos que se estudian en las aulas salmantinas y los brutos rurales auténticos que iban a los mercados. Detrás de todo ello está también seguramente la influencia de las propias representaciones populares en el campo de Salamanca.
Aunque Lucas Fernández, hubo de vivir el ambiente renovador de la Universidad de Salamanca, se aleja de la corriente renacentista de su rival, Juan del Encina para mantenerse más cerca del espíritu tradicional español, popular, dentro de un castellanismo más arraigado, en un realismo más vigoroso. Se podría decir que Lucas Fernández es menos literato, menos libresco, menos rico en lirismo, pero más denso de contenido.
La COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO es una unidad de producción del INAEM (Instituto Nacional de la Artes Escénicas y la Música), encuadrado en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Creada por Adolfo Marsillach en 1986, la Compañía Nacional de Teatro Clásico tiene como misión principal la recuperación, preservación, producción y difusión del patrimonio teatral anterior al siglo XX, con especial atención al Siglo de Oro.
Sus objetivos son:
- La consolidación de grandes títulos del repertorio.
- La recuperación de obras menos conocidas del teatro clásico español.
- La cooperación con instituciones y compañías públicas y privadas, nacionales y extranjeras en proyectos comunes.
- Velar por la formación especializada en la representación de los clásicos, en la que ocupará un lugar destacado la prosodia del verso clásico.
- Impulsar iniciativas didácticas que faciliten el entendimiento de su programación artística.
Desde su creación, la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha contado con los siguientes directores:
- Adolfo Marsillach (enero de 1986 a julio de 1989 / enero de 1992 a enero de 1997)
- Rafael Pérez Sierra (agosto de 1989 a diciembre de 1991 / enero 1997 a noviembre de 1999)
- Andrés Amorós (noviembre de 1999 a mayo de 2000)
- José Luis Alonso de Santos (junio de 2000 a septiembre de 2004)
- Eduardo Vasco (septiembre de 2004 a septiembre de 2011)
- Helena Pimenta (desde septiembre de 2011)
FICHA ARTÍSTICA
FICHA ARTÍSTICA
Versión y Dirección Intérpretes Arreglos y Dirección Musical Coreografía Asesor de Verso Escenografía Vestuario Iluminación Diseño y Realización del Retablo Diseño y Realización del Suelo Producción Nao d´amores | Ayudante de Dirección Ayudante de Escenografía y Vestuario Ayudante de Producción Técnico de Compañía Asistente de Escenografía Asistente Técnico Talleres de Formación Asesoría de Percusión Realización de Vestuario Realización de Escenografía Realización de Atrezzo
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Duración aproximada:
75 minutos
Producción:
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Colabora:
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MJC in memoriam
PRENSA
EL ADELANTADO DE SEGOVIA: “El amor es la dicha”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Ana San Romualdo. 04/03/2012
“Son estas Farsas y Églogas uno de los montajes más luminosos, lúdicos y vitales que Nao d´amores ha firmado desde su nacimiento, hace más de una década. Una sonrisa adornaba a la salida la cara de la mayor parte del público que asistió a la presentación en Segovia.
El primer acierto de Ana Zamora ha sido no renunciar ni un ápice a la filosofía de Nao d´amores por mucho coproductor que sea la CNTC. El segundo acierto son el autor y el texto. Lucas Fernández, o al menos el Lucas Fernández que nos muestra Nao d´amores, es increíblemente cercano a nosotros, a pesar de los siglos y del sayagués que domina parte del montaje. Otro acierto del montaje es huir de representar a los pastores como meros tipos y convertirlos en verdaderos personajes, sujetos a todo el abanico de pasiones humanas. El último tramo del montaje deja de lado el amor profano y aborda el amor sacro, dándole otra perspectiva a la obra, sin perder el tono vibrante y con un retablo final que resulta igualmente delicioso.
Como siempre en los trabajos de Nao d´amores, las distintas artes conviven, en esta ocasión quizá con especial fluidez. El teatro, la danza y la música, forman un todo; la escenografía, el vestuario, la iluminación… todo colabora para crear una de las mejores obras de la compañía segoviana. Me parece de justicia dedicar unas palabras a Alicia Lázaro, que al frente de la vertiente musical, recupera la labor casi perdida de Lucas Fernández que también fue músico y alumbra un trabajo que, en no pocos momentos, invita incluso a olvidarse de la escena y disfrutar, con los ojos cerrados, sólo de la partitura”
EL NORTE DE CASTILLA: “Territorio bucólico”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Alfonso Arribas. 04/03/2012
“Cuando uno asiste a un montaje de Nao d´amores, lo hace como quien se enfrenta a un surtido de bombones. Sabes que te van a gustar, porque te gusta el chocolate, pero no conoces exactamente qué variedades tendrá la caja. Es una sorpresa atenuada, y lo que pierde en expectación, se gana por el lado de la garantía.
En esta ocasión, además existe una pátina cómica en todo el montaje que se disfruta a pesar de los arcaísmos y localismos o junto a ellos, gracias al inmenso trabajo de los actores y a la picardía que contienen los pasajes de Fernández.
El público que acudió al estreno salió reconfortado, convencido de nuevo de una propuesta rabiosamente moderna entrelazada con mimbres tan antiguos. Una creación singular, festiva, que viste al teatro con el ropaje popular que le hacía en ese tiempo tan cercano y mimético”
ARTEZ, Revista de las Artes Escénicas: “Ironía bucólica”
Segovia (San Juan de los Caballeros). Manuel Sesma Sanz. 08/03/2012
“Tras su Danza de la muerte en coproducción con Teatro da Cornucópia de Lisboa donde algunos quisimos ver cierto compromiso ético y social, Nao d´amores ha aflojado la tuerca para adentrarse en el divertimento. En Farsas y églogas de Lucas Fernández, se presenta un teatro lúdico que aporta una buena dosis de ironía que es tanto como hacer un guiño a la modernidad.
Arqueología y modernidad, Nao d´amores conjuga ambos factores no sólo subrayando el aspecto irónico de la parte literarias, sino presentando un montaje escénico exquisito, riguroso, bello, gracioso e inteligente. Entre acciones, juegos, recitaciones, y retruécanos con acentos del castellano primitivo, las canciones subrayan un espectáculo gozoso, vivo y coral. Y es que las músicas en este montaje poseen entidad propia. Alicia Lázaro ha hecho un trabajo de armonización magnífico donde demuestra no sólo un gusto estético sensible y refinado sino un enorme talento artístico.
El espectáculo aporta una brillante luz en la estética, rigor en el tratamiento documental, y magnificencia en lo artístico con soluciones escénicas sorprendentes, lo bucólico puede mostrar cierta modernidad.”
LA GACETA DE SALAMANCA: “Luminoso humanismo”
Teatro Juan del Enzina (Salamanca). Antonio Colinas. 18/03/2012
“Terminó en apoteosis la representación que Ana Zamora nos ofreció de las Farsas y Églogas del salmantino Lucas Fernández. El resultado fue así no sólo por la calurosa respuesta del público (en un día en que, a la misma hora, actuaban en Salamanca Els Joglars y había un gran concierto en el CAEM) sino por la obra en sí y, sobre todo, por el remate de la misma. En ese momento culminante de la alegoría del Nacimiento, la directora teatral puso su pasión e ingenio en fundir sobre el escenario todos los recursos literarios, musicales, escenográficos, plásticos, artísticos que se le puedan extraer en grado máximo a una obra tan compleja.”
LA RAZÓN: “El Retablo de las maravillas”
Teatro Pavón. Miguel Ayanz. 30/03/2012
“La poesía y sensibilidad, con ráfagas de un sutil humor, se unen a la misma tesis fundacional: ver un clásico desconocido para el gran público en la clave estética con la que se concibió puede ser hermoso y amen si hay rigor y buen gusto.
Farsas y églogas abunda en este terreno sin flaquear, con algo más de color – el vestuario de Deborah Macías es ingenioso y tiene mucha gracia- y de humor.
El español montaraz, aún sin los oropeles del Siglo de Oro, choca al oído en los primeros minutos, pero pronto se hace familiar – gracias a la candorosa y divertida forma de abordar las historias ante nuestros ojos- y oportuno.
El joven reparto se acopla con fidelidad a esa esencia. El cuarteto masculino, Sergio Adillo, Juan Pedro Schwartz, un picaresco José Vicente Ramos y un divertido Alejandro Sigüenza, y la habitual Elena Rayos, de dulce comicidad, convierten la escena en una fiesta campestre creíble y entusiasta, un jolgorio de cencerros y panderetas con músicos participativos, como es norma en la compañía, gracias a los bellos arreglos de otra habitual, Alicia Lázaro.”
MADRIDIARIO.ES: “Arqueología teatral”.
Teatro Pavón. Antonio Castro. 31/03/2012
“Historietas de amores pastoriles –églogas- aderezadas con canciones y bailes. Para ser fieles a los orígenes, se ofrecen con economía de medios, utilizando, sobre todo, la gracia de los actores. Son ocho artistas en escena que sólo necesitan cencerros, cascabeles y unas piezas de lana para contarnos sus gracias y desgracias.
Estamos ante un entretenido montaje, interesante en su faceta ceremonial, que constituye una breve lección de literatura teatral en setenta minutos”
ABC Cultural: “Rescatando a Lucas Fernández”
Teatro Pavón. Julia Amezúa. 31/03/2012
“El montaje, de unos 75 minutos de duración, cuenta con una acción dramática sencilla alimentada de conflictos simples y constituye en conjunto una exaltación del amor, una fiesta de la luz y un canto de la alegría de vivir, que nos invita a ser optimistas y a disfrutar de la vida. Divertido juego escénico que invita a todos a estar alegres.”
elteatroquemegusta.com. “Maravillosa compañía Nao d´amores”
Teatro Pavón. La Teatrera. 02/04/2012
“El arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento. Si la gente quiere ver sólo las cosas que pueden entender, no tendrían que ir al teatro: tendrían que ir al baño (Bertolt Brecht).
Como sucede siempre en las obras que Ana Zamora lleva a escena, todo está muy cuidado, el vestuario es extraordinario, la escenografía original y siempre encerrando una sorpresa, la música siempre bien escogida acompaña perfectamente la representación.
Qué decir de los actores, transmiten con su expresividad lo que a veces pierdes del texto (en castellano antiguo) haciendo que te diviertas de principio a fin. Merece la pena adentrarse en teatro medieval de mano de la maravillosa compañía Nao d´amores”
EL PAÍS. “Farsas de cuando exportábamos lana”
Teatro Pavón. Javier Vallejo. 6/04/2012.
“Ana Zamora anda empeñada en que el teatro medieval y renacentista no sean sólo pasto de filólogos. A textos donde otros no ven manera de hincarles el diente, ella les coge el pulso poético y les saca tajada.
Ella y su equipo, presentan ahora unas satisfactorias Farsas y églogas de Lucas Fernández. Encantador, ligero y hondo a la vez, el trabajo de la actriz Elena Rayos”
REVISTA TEATROS: “Farsas y Églogas de Lucas Fernández”
Teatro Pavón. M.P. 09/04/2012
“Integrando recursos textuales, musicales y escénicos y basándose en una dramaturgia construida con extractos de todas las obras de Lucas Fernández –excepto el Auto de Pasión, Nao d´amores y la Compañía Nacional de Teatro Clásico han conseguido crear, más que un espectáculo, una auténtica fiesta teñida del color de los instrumentos antiguos”
PERIODISTA DIGITAL: “Una refrescante dosis de inocencia en el Pavón”
Teatro Pavón. José Catalán Deus. 09/04/2012
“¿Necesita un lavado de neuronas, un refresco del ánimo, sentirse pimpollo inocente, una mente tierna? Nada de psicólogos ni pastillas. Hora y cuarto de cambio de chip viendo teatro renacentista español en dialecto de la época. Saldrá con una sonrisa de oreja a oreja.
Una delicia sencilla y fresca. El resultado es excepcional, una rara avis en nuestros escenarios. Por su medida longitud, hora y cuarto que vale más que tantas interminables y pretenciosas dramaturgias que se ven por ahí. Por la sencillez y calidad de la puesta en escena y la interpretación. Y por el acompañamiento de músicas y bailes que conforman junto con todo lo demás de un espectáculo oxigenante de los que te hacen sentir mejor al terminar. Mejor anímicamente, porque es tierno e inocente. Mejor físicamente porque trasmite energía positiva y ganas de vivir.
En fin, se trata de una perla -exótica y entrañable a partes iguales- en la programación de este año”
ABC: “Amores pastoriles”.
Teatro Pavón. José Ignacio García Garzón. 13/04/2012
“La compañía Nao d´amores vuelve a rescatar un tesoro casi olvidado, hasta ahora más materia de estudiosos, - como Mª Josefa Canellada a cuya memoria va dedicado este espectáculo- que de los escenarios. Las hábiles y amorosas manos de Ana Zamora han tejido de nuevo una primorosa labor dramatúrgica ensamblando fragmentos de todas las obras que se conservan de Lucas Fernández excepto del Auto de Pasión.
Un espectáculo tan rebosante de encanto como de rigor y humor en el que se utilizan, bien ensamblados, elementos escénicos y musicales, y en lo textual se respeta el habla sayaguesa, variedad dialectal del antiguo leonés; un recurso que termina colaborando en la comicidad del espectáculo y en su acabado de rara joyita recuperada. Concluye con un retablillo navideño que es una delicia estética y conceptual. Estupendo el vestuario de Deborah Macías con su juego combinatorio de colores alternados, la escenografía móvil de David Faraco, y las interpretaciones de actores y músicos, con nota para la frescura de Elena Rayos.”
Madridteatro: “Delicadezas renacentistas”
Teatro Pavón. Jerónimo López Mozo. 12/04/2012.
“Ana Zamora y el entusiasta grupo de colaboradores que la arropan, han obrado el milagro. El vehículo para materializar el rescate ha sido Nao d´amores, la compañía que, a tal fin, creó hace una década.
En consecuencia con el respeto a la palabra escrita, está la dicción, minuciosamente ensayada por los actores. Igual rigor preside el resto de elementos que configuran la puesta en escena. La música, cuidadosamente seleccionada, casa a la perfección con los recitados y las canciones y es adecuada a los bailes, de gran plasticidad y muy bien coreografiados. El espacio escénico, limitado en los laterales por asientos para el público, está presidido por un carromato que hace de tabladillo para actores y músicos. El cual, en la escena final, se transforma en un retablo que acoge un nacimiento viviente, cuya bella, originalidad y sencilla composición, provoca el entusiasmo del público. El vestuario, es pura policromía y originalidad, contribuye a que el acabado sea perfecto. El resultado es un espectáculo a la vez popular y culto. Es popular por su temática, una sucesión de escenas que tratan de los divino y de lo humano. El aire culto lo ponen los intérpretes. Lo son los de esta puesta en escena, por su formación actoral y el rigor intelectual que ha presidido los ensayos. Todo el elenco es digno de aplauso. Si acaso, quepa destacar la extrovertida y siempre divertida Elena Rayos, veterana integrante de Nao d´amores.”
EL MUNDO: “Retablo genial”.
Teatro Pavón. Javier Villán. 18/04/2012.
“Un gozoso montaje pleno de fiesta pastoril, de amores contrariados y de amores plenos, de danzas y de canciones y sensualidad. Es como una comedia de enredo agraria con flautas y chirimías. Y con cencerros y esquilas que vienen la liturgia de los pastores y rebaños.
Ana Zamora sigue fiel a la trayectoria de Nao d´amores; lo que quiere decir leal a los orígenes del teatro, pero no es esclava de una fórmula ni una idea. Evoluciona. Farsas y Églogas es un salto cualitativo más dinámico; un ejercicio de lenguaje para calibrar la calidad de los actores: un vocabulario arcaico se convierte en una propuesta de trabajo escénico más allá de un ejercicio lingüístico. Y esto es así porque Ana Zamora no ha creado un estilo escénico, sino una poética dramática. Conviene distinguir entre estilo, que es una sucesión de gestos, y una poética, que es una esencia, y define la naturaleza de un empeño. Delicioso el juego pastoril que aturde al principio por su algarabía”.
VERDADES IMPRECISAS: “Farsas y Églogas, carcajada asegurada”.
Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Ana Márquez. 15/06/2012
“El reparto de la obra, atrapa al espectador durante 75 minutos incansables, apoyados por un juego de luces y sombras, una puesta en escena dinámica que interactúa con el público, y una música en directo que concuerda a la perfección con la situación que se representa en la escena.
Las risas no dejan de sonar ante esta farsa o quasi comedia, donde los espontáneos protagonistas sueltan improperios y barbaridades ante el amor no correspondido que, al final, siempre sale bien parado. Sin cortarse al hablar de lo más profano y carnal del amor, donde realmente estalla la carcajada.
Un cierre de la obra inolvidable (…), un final realmente dulce con el que el público no reprime los aplausos.”
EL DIGITAL DE MADRID: “Unos pastores nada bucólicos”.
Clásicos en Alcalá. Claustro Colegio del Río. Gordon Craig. 23/06/2012.
“Hay que agradecer la impagable labor que la joven directora y su empeño sostenido (ya va para 10 años capitaneando Nao d´amores) en recuperar para la escena parte de ese tan rico como desconocido legado cultural.
El trabajo de los actores es espléndido (…). En ocasiones, incluso, se percibe el esfuerzo por materializar las peculiaridades fonéticas del dialecto sayagués en el que se expresan los actores y que, coadyuva de manera definitiva a generar esa atmósfera de primitivismo, de ritual arcaico, que es uno de los mayores alicientes del espectáculo.
Aquí la música, huelga decirlo, con los espléndidos arreglos de Alicia Lázaro de melodías y canciones de la época interpretadas en vivo con instrumentos antiguos tiene un papel esencial. Y la danza, donde aflora quizá más que en ningún elemento el carácter popular y lúdico de las farsas y la jocunda alegría de la vida del pueblo llano que trasmiten. Y esa suerte de “carro de Tespis”, que tanto juego da como único elemento de la escenografía y que pese a las aparentes dificultades para su desplazamiento, se abre como una fastuosa caja de sorpresas para convertirse en un hermosos retablillo y albergar el inesperado y brillante colofón.”
LIBRERÍAHISPÁNICA: “En escena. Farsas y Églogas de Nao d´amores”.
Festival Olmedo Clásico. Peri Lope, 21/07/2012.
“La obra de anoche entretuvo a la mayor parte de los asistentes, y, además, nos regaló una propuesta teatral única (…). Así pues lo que Nao d´amores puede ofrecer es una recreación de aquellas representaciones y logra con ello encandilar al público. El sayagués, que para algún mirlado ha podido parecer obstáculo es, en realidad gancho definitivo, elemento más que interesante gracias a su peculiaridad, también sonora, con la que los personajes se expresaban.
Creo que la naturalidad es otro de los logros del espectáculo. Tan brutos y brutas me parecieron estos pastores como encantadores, con sus escandalosos cencerros y sus historias mínimas, listas para degustar como quien saborea un plato que llevara quinientos años sin ponerse sobre mesa alguna.”
EL NORTE DE CASTILLA: “Inauguración rigurosa y festiva”.
Festival Olmedo Clásico. Fernando Herrero, 21/07/2012.
“Seguir una línea estética, en principio muy diferente, de la que proporciona el gran espectáculo no es fácil. El montaje ha conseguido esa personalidad teatral basada en el rigor de la investigación filológica, en la búsqueda de la música, en la creatividad de unos actores que crece con el tiempo. Por ello, en momentos depresivos, esta humilde y lograda versión de una parte importante de la dramaturgia de nuestro país fue una fiesta, una fiesta optimista frente al pesimismo real que invade el cuerpo social.
Una especie de carreta que se transforma y en la que los músicos acompañan la acción. Ocho componentes de Nao d´amores que cantan, tocan instrumentos de la época y bailan. Lección fonética por una parte, gestual por otra, con una precisa ocupación de los dos escenarios. Final espectacular, desde ese carro transformable, lleno de humor, y vestuario pastoril un tanto irónico en un conjunto trabajado hasta los mínimos detalles.”
LA TRIBUNA DE TOLEDO: “Tradición anterior a la tradición”
Ciclo de Clásicos. Teatro Rojas de Toledo. ADM, 14/10/2012.
“Nao d’amores regresó este sábado a Toledo acompañada de un calificativo, fascinación, que va todavía más allá del rigor y la especialización de estos defensores del teatro anterior al Siglo de Oro. Probablemente sea la palabra que mejor explique su compromiso con la tradición experimentado no desde la frialdad de las reconstrucciones académicas, sino desde el fondo mismo de las tripas. ‘Farsas y églogas de Lucas Fernández’, fue capaz de convertir el interior italiano del Teatro de Rojas en lo más profundo de cualquier valle arrimado a la Vía de la Plata, allá por las provincias de Salamanca o de León.
ABC: “Un bocado teatral exquisito”
Ciclo de Clásicos. Teatro de Rojas de Toledo. Antonio Illán 14/10/2012.
“El teatro de Ana Zamora y, por ende, el de Nao d’amores, es siempre un bocado de exquisitez cultural. Farsas y Églogas de Lucas Fernández es un espectáculo jacarandoso, festivo, a manera de juego que integra recursos textuales, musicales y escénicos y el propio público como un elemento más de la dramaturgia casi interactuando con los actores en el mismo escenario.
Ana Zamora y Nao d’amores acostumbran a ofrecernos un teatro basado en un profundo y pormenorizado estudio filológico, musicológico, folclórico y etnológico, que indaga en los pormenores del texto, en el autor que lo compuso y en la sociedad que refleja y para la que fue creado. Luego, la directora y su equipo de producción llevan a cabo el trabajo creativo exhaustivo para lograr un espectáculo dinámico, interesante, entendible y estético, que, sin perder sus raíces históricas, se adapte a los espectadores del siglo XXI. Hemos gozado con el teatro festivo que nos ofrecen estas farsas y églogas.
Al mundo zafio que nos rodea, que nos aprisiona a veces, es bueno que se asomen bocanadas de aire cultural, popular pero exquisito, como este que nos ha traído el Teatro de Rojas y Nao d’amores. Un aplauso merecido.