Tragicomedia llamada nao d´amores
de Gil Vicente
Coproducido con la Compañía de Teatro de Almada
En el año 2001 creábamos un equipo artístico estable con sede en Segovia, que se dedicaría a la investigación y formación para la puesta en escena del teatro prebarroco. No había mejor homenaje a este período dramático, que bautizarnos con el título de una de las mejores obras de Gil Vicente, el dramaturgo más deslumbrante del Renacimiento peninsular: Nao d´amores. Era una verdadera declaración de principios, y al mismo tiempo una metáfora en torno a lo que supone el apasionante devenir de una compañía teatral
En el año 2001 creábamos un equipo artístico estable con sede en Segovia, que se dedicaría a la investigación y formación para la puesta en escena del teatro prebarroco. No había mejor homenaje a este período dramático, que bautizarnos con el título de una de las mejores obras de Gil Vicente, el dramaturgo más deslumbrante del Renacimiento peninsular: Nao d´amores. Era una verdadera declaración de principios, y al mismo tiempo una metáfora en torno a lo que supone el apasionante devenir de una compañía teatral.
Nuestra Nao d´amores ha navegado por medio mundo, pero para nosotros Portugal, país al que llegamos hace más de una década apadrinados por Luis Miguel Cintra, maestro y compañero de aventuras, ha sido siempre un puerto seguro. Para celebrar en este 2016 nuestro 15º aniversario, hemos decidido abordar un nuevo proyecto bilingüe, en esta ocasión en coproducción con la Compañía de Teatro de Almada, que supone un cierre de ciclo a través de la vuelta a nuestros propios orígenes.
Quedan todos invitados a nuestra fiesta ibérica de celebración, generada en torno a este texto vicentino que, más que una obra dramática, es para nosotros una auténtica inspiración vital.
Todavía están a tiempo de embarcarse en esta nave de las ilusiones llena de locos enamorados, capitaneada por el dios de Amor, donde sólo tienen cabida los amantes despreciados, con pretensiones imposibles, que estén dispuestos a transitar nuevos mares en busca de la Ventura que en una ínsula mora, /solitaria, muy desierta / hazia do sale el aurora. Tras la posibilidad de nuevos desengaños y frustraciones en este mar de melancolía, emerge la esperanza tras el horizonte.
Feliz aniversario a los que han navegado estos años con nosotros, y damos la bienvenida a la nueva tripulación:
Desferid la vela grande; / dezid todos: ¡buen viage! / Boa viagem!
CORTAR AMARRAS
Corria o ano de 2005 quando Ana Zamora se apresentou pela primeira vez no Festival de Almada, com Auto de los cuatro tiempos. O seu impacto junto do público teve a frescura das criações genuinamente novas: um teatro que aliava o amor pela filologia à paixão pela música. A argamassa que ligava estas duas componentes do teatro de Zamora eram os absolutos rigor artístico e honestidade intelectual. E a sua Nao d'Amores não tinha como não voltar a Almada: em 2008, em 2010, em 2014 e em 2015.
Gil Vicente é considerado o pai fundador do teatro português. É parte (por enquanto…) obrigatória dos curricula escolares, e quase todos os estudantes, mal ou bem, serão capazes de nomear duas ou três personagens das suas farsas. Mas esta dimensão escolar do Autor tem-lhe sido, porventura, mais nociva do que favorável na sua relação com o público. Não há grupo de amadores, disfarçados com as vestes da pedagogia, que não venda a preço de saldo as farsas de Mestre Gil aos desprevenidos estudantes que, com o beneplácito dos professores, assistem a estas representações nos mais inauditos contextos.
Mas Gil Vicente é muito mais do que as suas farsas, é muito mais do que a pedagogia oficial, e é muito mais do que comércio. Para prová-lo, convidámos a Nao d'Amores de Ana Zamora e, com esta co-produção ibérica, tão condizente com o espírito do Autor, embarcaremos numa viagem que se iniciará no 33.º Festival de Almada e que há-de aportar noutras cidades portuguesas – e espanholas.
Rodrigo Francisco
Director Artístico del Festival de Almada
LA OBRA: TRAGICOMEDIA LLAMADA NAO D´AMORES.
Publicada por primera vez en la Copilaçam de 1562, la Tragicomedia chamada Nao d´amores se había representado a finales del mes de enero de 1527 en el Paço da Ribeira, celebrando el regreso a Lisboa de los reyes portugueses Joao III y Catalina de Austria tras una ausencia de casi dos años debido a una epidemia de peste. En la edición de 1586 y la de 1624 la censura inquisitorial suprime algunos versos, prohibiendo en 1747 toda la tragicomedia.
Se trata de un texto alegórico que se construye a través de una secuencia de escenas análogas de cuya evolución está ausente un enredo central.
No sabemos si Gil Vicente conocía el poema homónimo de Juan de Dueñas, y otros antecedentes medievales que se remontan a Petrarca, o si se dejaría inspirar por la tradición de los locos enamorados del alsaciano Sebastián Brandt (1494) en su poema satírico La Nave de los Locos, enraizado en una tradición artística y literaria flamenca con la que tiene que ver el famoso cuadro de El Bosco. Parece también clara la influencia de las novelas de caballerías a la hora de abordar la naturaleza de esta obra, y algunos autores hasta hablan de una posible influencia de la literatura artúrica a través del mito de Tristán e Isolda que nuestro autor pudo haber conocido a través del Libro del esforçado caballero don Tristán de Leonís y de sus grandes hechos en armas, versión española editada en Valladolid en 1501.
Lo que sí está claro es que esta Nao d´amores se inserta en el clima general de la producción vicentina posterior a 1521, obra de madurez, toda ella inclinada a reconocer la omnipotencia y omnipresencia del Amor profano.
SINOPSIS
La ciudad de Lisboa, en figura de princesa, entra en escena, feliz de recibir a los soberanos. Su discurso de bienvenida es interrumpido por la llegada de un príncipe de Normandía, que sufriendo mal de amores, le pide la nao de su divisa, para partir en busca de su Ventura. Lisboa manifiesta su negativa, pero autoriza al príncipe a construir una allí mismo tomándola como modelo.
El Capitán será el dios de Amor, que conducirá la nao con toda una serie de personajes que tienen en común la desdicha amorosa, pero dispuestos a recorrer una larga y tumultuosa ruta marítima rumbo a su felicidad
EL AUTOR: GIL VICENTE
Sobre la vida de Gil Vicente, el mayor dramaturgo portugués y autor de algunas de las mejores piezas castellanas del siglo XVI, escasean los documentos y abundan las hipótesis. A pesar de la laboriosa investigación vicentista dedicada a cuestiones de biografía, ni siquiera ha podido concretarse su cronología (¿1460-1536?) propuesta por Braamcamp Freire, y las especulaciones sobre su lugar de nacimiento siguen siendo tan inciertas como su identidad.
Se ha llegado a decir que Gil Vicente no es otra cosa que los textos que llevan su nombre, cuya edición príncipe está constituida por la Copilaçam de todas las obras de Gil Vicente impresa en Lisboa en 1562, muchos años después de la muerte del autor. Sólo sabemos que escribió obras dramáticas que se representaron ante la corte del rey Manuel el Afortunado, que reinó de 1495 a 1521, y la de su hijo Joao III, que le sucedería hasta el año 1557.
Debemos situarnos pues, en pleno Renacimiento peninsular, un período apasionante animado de profundos contrastes, que armoniza pasado y presente manteniendo abierto el cauce de la tradición medieval. Es en este contexto de metamorfosis donde debemos ubicar a Gil Vicente, autor absolutamente experimental, que dramatiza fuentes y materiales de muy distinta procedencia, y que a cada paso se lanza a ensayar fórmulas y combinaciones inusitadas sirviéndose de la tradición para revelar su modernidad. Como señala S. Reckert: renovación y evolución subyacentes, encubiertas por una superficie formal ilusoriamente estática.
Este es el espacio privilegiado de Gil Vicente: el de la interacción de lo popular y lo culto, escribiendo para un público cortesano pero ligado, más que nadie, a las fuentes populares.
El que Gil Vicente fuera algo así como el dramaturgo oficial de la corte tuvo consecuencias importantes en el contenido de sus piezas. De ahí la inoportunidad de dividir su teatro en obras profanas y religiosas, ya que todo lo que se relaciona con la familia real queda afectado por el papel del monarca como escogido de Dios, vicarius Dei supra terram.
Otra característica fundamental a resaltar, es el hecho de que escribiera indistintamente en las dos lenguas que se hablaban en la corte: portugués y castellano, combinándolas, a menudo, en un mismo villancico o en una misma pieza dramática. No nos encontramos sin embargo ante un hecho aislado, puesto que los principales autores del siglo XVI practicaron el bilingüismo: Francisco de Sá de Miranda, Jorge de Montemayor o Luis Camoes.
A pesar de compartir ámbito histórico con tan grandes autores, Dámaso Alonso se atrevió a calificar al autor que hoy nos ocupa como un auténtico Shakespeare inmaduro y como el más delicado de los dramaturgos del XVI.
GIL VICENTE Y LA MÚSICA.
“Un elemento importante en el teatro de Gil Vicente es la música: podemos llegar a decir que el peculiar estilo de este autor se define por el uso del lenguaje poético-musical. Como señalan los estudiosos de su obra, contrariamente a Juan de la Encina, que sólo utiliza sus canciones como cierre de algunas de sus Églogas, en Gil Vicente la música recorre toda su obra y forma parte integrante y activa del drama y del espacio escénico para el que fue concebido su teatro” (M. Morais Antología de Música para o Teatro de Gil Vicente).
La música en Gil Vicente no es sólo el ambiente sonoro que acompaña la acción de la obra, sino que cumple una función escénica. Duplica de forma lírica el discurso teatral, marca entradas y salidas de personajes, y resalta algún aspecto de su personalidad. Impulsa incluso la propia acción dramática, ambientando y alterando el ritmo y la tensión afectiva, o destacando algún momento decisivo del juego dramático. La música construye un puente mágico entre el mundo real y el ficticio. (Notas al estreno del “Auto de la Sibila Casandra”, Nao d'amores 2003)
VOLVER HOY A GIL VICENTE.
Las partituras originales del teatro vicentino no han llegado hasta nosotros de forma directa. Sólo conocemos la música de aquellas cantigas o vilancetes citados -total o parcialmente- en su obra y que fueron también recogidas en los cancioneros musicales coetáneos. Manuel Morais (op.cit) ha podido recoger 47 poesías musicadas de este modo, y, en estos quince años de trabajo con la Nao, hemos ido recogiendo otras. Hemos aprendido también a abordar el trabajo musical de forma más colateral, perdiendo el miedo a utilizar referencias indirectas, descubriendo versos musicados de texto similar, de acentuación o estructura semejantes. Imaginando, con estos elementos, la música que surge del texto, o incorporando la que nos sugieren los textos paralelos.
Así, en la “Nao d'amores” que presentamos ahora, hemos reconstruído dos vilancetes emblemáticos de la obra, que no podían dejar de ser cantados: “Muy serena está la mar” - con dos versos paralelos a una obra de Gabriel (CMP 330) - y “Carabela de Lisboa”, de la que se encuentran elementos en la ensalada “La Bomba” de Flecha, que por otra parte, también trata el asunto marinero.
El tratamiento musical de los personajes ha sido en ocasiones sencillo. El Negro de Beni tiene música conocida y citada en otra obra de Gil Vicente: “La bella malmaridada”, a la que hemos transformado no solo el texto, que aparece en “Fragoa de Amor”, sino también el ritmo, incorporando una cita de “La Negrina” de Flecha. El Principe de Normandía no puede dejar de cantar una Chanson, en este caso “D'ou vient cela”, conocida en la península, y de la que Cabezón escribió unas variaciones. Tampoco podía dejar de bailar una gallarda francesa de Attaignant. El Fidalgo portugués canta - y baila – sobre el único bajo de folía conservado en el Cancionero de Elvas “Que é o que vejo”. Las sirenas de esta puesta en escena tiene su referencia documentada, “A sombra de mis cabellos se adurmió”. La Nao se construye, claro es, al son de una zaloma sugerida por P.Rey, “Jançu Janto”, y se relata con un villancico portugués de Luis Milán, que no podía faltar en esta cita luso-hispana.
“Acabarse am mis plazeres” (CMBN 39) parece un título adecuado para el velho, y que el fraire loco dance al son de “D'aquel fraire fraco” (Lagarto, CMP 225) parece justo. Pero que éste cante una “Encomendaçao das almas”, como la sirena seductora una canción de roda, “Ay borda s'agua”, o que musiquemos el Parvo “Levantaste panadera...” al son de las populares panaderas castellanas, son elecciones que nacen del gusto por incorporar algunos elementos populares, seleccionados y tratados con el mismo cuidado y mimo que usamos para la música escrita, al teatro de la Nao.
Es la variedad de ritmos, el color de los instrumentos, las voces de los actores y músicos, los que nos descubren la existencia latente, secreta, sumergida, la punta del iceberg de la que hablábamos hace quince años, cuando la Nao d'amores inició este largo viaje.
Alicia Lázaro
COMPANHIA DE TEATRO DE ALMADA
La Companhia de Teatro de Almada, nació en 1978 cuando el Grupo de Campolide (fundado en 1971 por Joaquim Benite) se instaló en el teatro de la Academia Almadense, manteniéndose allí hasta 1987 e inaugurando en 1988 el Teatro Municipal de Almada, con sede en el antiguo mercado municipal de abastos. En el año 2006 se trasladan al nuevo Teatro Municipal Joaquim Benite, conocido popularmente como el Teatro Azul: un proyecto audaz de los arquitectos Manuel Graça Dias y Egas José Vieira, concebido de raíz para el funcionamiento de la Companhia en función de su proyecto teatral, en el contexto de un programa de desarrollo regional integrado. Con el fallecimiento de Joaquim Benite, Rodrigo Francisco, que había sido su ayudante desde el año 2006, pasa a ser el nuevo Director Artístico. Entre las características principales del trabajo desarrollado en los últimos años por la Companhia de Teatro de Almada, podemos resaltar:
- El empeño en la continuidad de la apuesta por una dramaturgia nacional mediante la creación de espectáculos con textos de (o a partir de) autores portugueses, clásicos y contemporáneos.
- El trabajo continuado de creación de públicos para el teatro y otras artes escénicas, desde una perspectiva de servicio público, trabajando en la fidelización de espectadores de todas las generaciones, a través de su programación de temporada, de una oferta artística variada y calendarios rigurosamente estudiados, permitiendo la involucración a largo plazo de la población local en las actividades desarrolladas en el Teatro Municipal Joaquim Benite.
- La organización anual (por la Companhia de Teatro de Almada y la Camara Municipal de Almada) del Festival de Almada, muestra de teatro de dimensión y referencia internacionales, cuya 33ª edición ocurrirá en Julio de 2016. Es considerado el festival más importante de teatro en Portugal; siendo responsable también de la internacionalización del teatro hecho por portugueses, así como del desarrollo de diversos acuerdos de cooperación entre creadores e instituciones portuguesas y extranjeras.
- La combinación equilibrada de la producción de creaciones propias con la acogida de espectáculos propuestos por otros agentes culturales de las áreas del teatro, la danza y la música.
- Un plan regular de actividades de servicio educativo.
- El establecimiento de acuerdos de cooperación con la Red Nacional de Teatros y otras instituciones culturales nacionales, que desarrollan una labor de descentralización de las artes escénicas.
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En está sección encontrarás las noticias de la obra que se vayan publicando..
INTRODUCCIÓN
En el año 2001 creábamos un equipo artístico estable con sede en Segovia, que se dedicaría a la investigación y formación para la puesta en escena del teatro prebarroco. No había mejor homenaje a este período dramático, que bautizarnos con el título de una de las mejores obras de Gil Vicente, el dramaturgo más deslumbrante del Renacimiento peninsular: Nao d´amores. Era una verdadera declaración de principios, y al mismo tiempo una metáfora en torno a lo que supone el apasionante devenir de una compañía teatral
DOSSIER
En el año 2001 creábamos un equipo artístico estable con sede en Segovia, que se dedicaría a la investigación y formación para la puesta en escena del teatro prebarroco. No había mejor homenaje a este período dramático, que bautizarnos con el título de una de las mejores obras de Gil Vicente, el dramaturgo más deslumbrante del Renacimiento peninsular: Nao d´amores. Era una verdadera declaración de principios, y al mismo tiempo una metáfora en torno a lo que supone el apasionante devenir de una compañía teatral.
Nuestra Nao d´amores ha navegado por medio mundo, pero para nosotros Portugal, país al que llegamos hace más de una década apadrinados por Luis Miguel Cintra, maestro y compañero de aventuras, ha sido siempre un puerto seguro. Para celebrar en este 2016 nuestro 15º aniversario, hemos decidido abordar un nuevo proyecto bilingüe, en esta ocasión en coproducción con la Compañía de Teatro de Almada, que supone un cierre de ciclo a través de la vuelta a nuestros propios orígenes.
Quedan todos invitados a nuestra fiesta ibérica de celebración, generada en torno a este texto vicentino que, más que una obra dramática, es para nosotros una auténtica inspiración vital.
Todavía están a tiempo de embarcarse en esta nave de las ilusiones llena de locos enamorados, capitaneada por el dios de Amor, donde sólo tienen cabida los amantes despreciados, con pretensiones imposibles, que estén dispuestos a transitar nuevos mares en busca de la Ventura que en una ínsula mora, /solitaria, muy desierta / hazia do sale el aurora. Tras la posibilidad de nuevos desengaños y frustraciones en este mar de melancolía, emerge la esperanza tras el horizonte.
Feliz aniversario a los que han navegado estos años con nosotros, y damos la bienvenida a la nueva tripulación:
Desferid la vela grande; / dezid todos: ¡buen viage! / Boa viagem!
CORTAR AMARRAS
Corria o ano de 2005 quando Ana Zamora se apresentou pela primeira vez no Festival de Almada, com Auto de los cuatro tiempos. O seu impacto junto do público teve a frescura das criações genuinamente novas: um teatro que aliava o amor pela filologia à paixão pela música. A argamassa que ligava estas duas componentes do teatro de Zamora eram os absolutos rigor artístico e honestidade intelectual. E a sua Nao d'Amores não tinha como não voltar a Almada: em 2008, em 2010, em 2014 e em 2015.
Gil Vicente é considerado o pai fundador do teatro português. É parte (por enquanto…) obrigatória dos curricula escolares, e quase todos os estudantes, mal ou bem, serão capazes de nomear duas ou três personagens das suas farsas. Mas esta dimensão escolar do Autor tem-lhe sido, porventura, mais nociva do que favorável na sua relação com o público. Não há grupo de amadores, disfarçados com as vestes da pedagogia, que não venda a preço de saldo as farsas de Mestre Gil aos desprevenidos estudantes que, com o beneplácito dos professores, assistem a estas representações nos mais inauditos contextos.
Mas Gil Vicente é muito mais do que as suas farsas, é muito mais do que a pedagogia oficial, e é muito mais do que comércio. Para prová-lo, convidámos a Nao d'Amores de Ana Zamora e, com esta co-produção ibérica, tão condizente com o espírito do Autor, embarcaremos numa viagem que se iniciará no 33.º Festival de Almada e que há-de aportar noutras cidades portuguesas – e espanholas.
Rodrigo Francisco
Director Artístico del Festival de Almada
LA OBRA: TRAGICOMEDIA LLAMADANAO D´AMORES.
Publicada por primera vez en la Copilaçam de 1562, la Tragicomedia chamada Nao d´amores se había representado a finales del mes de enero de 1527 en el Paço da Ribeira, celebrando el regreso a Lisboa de los reyes portugueses Joao III y Catalina de Austria tras una ausencia de casi dos años debido a una epidemia de peste. En la edición de 1586 y la de 1624 la censura inquisitorial suprime algunos versos, prohibiendo en 1747 toda la tragicomedia.
Se trata de un texto alegórico que se construye a través de una secuencia de escenas análogas de cuya evolución está ausente un enredo central.
No sabemos si Gil Vicente conocía el poema homónimo de Juan de Dueñas, y otros antecedentes medievales que se remontan a Petrarca, o si se dejaría inspirar por la tradición de los locos enamorados del alsaciano Sebastián Brandt (1494) en su poema satírico La Nave de los Locos, enraizado en una tradición artística y literaria flamenca con la que tiene que ver el famoso cuadro de El Bosco. Parece también clara la influencia de las novelas de caballerías a la hora de abordar la naturaleza de esta obra, y algunos autores hasta hablan de una posible influencia de la literatura artúrica a través del mito de Tristán e Isolda que nuestro autor pudo haber conocido a través del Libro del esforçado caballero don Tristán de Leonís y de sus grandes hechos en armas, versión española editada en Valladolid en 1501.
Lo que sí está claro es que esta Nao d´amores se inserta en el clima general de la producción vicentina posterior a 1521, obra de madurez, toda ella inclinada a reconocer la omnipotencia y omnipresencia del Amor profano.
SINOPSIS
La ciudad de Lisboa, en figura de princesa, entra en escena, feliz de recibir a los soberanos. Su discurso de bienvenida es interrumpido por la llegada de un príncipe de Normandía, que sufriendo mal de amores, le pide la nao de su divisa, para partir en busca de su Ventura. Lisboa manifiesta su negativa, pero autoriza al príncipe a construir una allí mismo tomándola como modelo.
El Capitán será el dios de Amor, que conducirá la nao con toda una serie de personajes que tienen en común la desdicha amorosa, pero dispuestos a recorrer una larga y tumultuosa ruta marítima rumbo a su felicidad
EL AUTOR: GIL VICENTE
Sobre la vida de Gil Vicente, el mayor dramaturgo portugués y autor de algunas de las mejores piezas castellanas del siglo XVI, escasean los documentos y abundan las hipótesis. A pesar de la laboriosa investigación vicentista dedicada a cuestiones de biografía, ni siquiera ha podido concretarse su cronología (¿1460-1536?) propuesta por Braamcamp Freire, y las especulaciones sobre su lugar de nacimiento siguen siendo tan inciertas como su identidad.
Se ha llegado a decir que Gil Vicente no es otra cosa que los textos que llevan su nombre, cuya edición príncipe está constituida por la Copilaçam de todas las obras de Gil Vicente impresa en Lisboa en 1562, muchos años después de la muerte del autor. Sólo sabemos que escribió obras dramáticas que se representaron ante la corte del rey Manuel el Afortunado, que reinó de 1495 a 1521, y la de su hijo Joao III, que le sucedería hasta el año 1557.
Debemos situarnos pues, en pleno Renacimiento peninsular, un período apasionante animado de profundos contrastes, que armoniza pasado y presente manteniendo abierto el cauce de la tradición medieval. Es en este contexto de metamorfosis donde debemos ubicar a Gil Vicente, autor absolutamente experimental, que dramatiza fuentes y materiales de muy distinta procedencia, y que a cada paso se lanza a ensayar fórmulas y combinaciones inusitadas sirviéndose de la tradición para revelar su modernidad. Como señala S. Reckert: renovación y evolución subyacentes, encubiertas por una superficie formal ilusoriamente estática.
Este es el espacio privilegiado de Gil Vicente: el de la interacción de lo popular y lo culto, escribiendo para un público cortesano pero ligado, más que nadie, a las fuentes populares.
El que Gil Vicente fuera algo así como el dramaturgo oficial de la corte tuvo consecuencias importantes en el contenido de sus piezas. De ahí la inoportunidad de dividir su teatro en obras profanas y religiosas, ya que todo lo que se relaciona con la familia real queda afectado por el papel del monarca como escogido de Dios, vicarius Dei supra terram.
Otra característica fundamental a resaltar, es el hecho de que escribiera indistintamente en las dos lenguas que se hablaban en la corte: portugués y castellano, combinándolas, a menudo, en un mismo villancico o en una misma pieza dramática. No nos encontramos sin embargo ante un hecho aislado, puesto que los principales autores del siglo XVI practicaron el bilingüismo: Francisco de Sá de Miranda, Jorge de Montemayor o Luis Camoes.
A pesar de compartir ámbito histórico con tan grandes autores, Dámaso Alonso se atrevió a calificar al autor que hoy nos ocupa como un auténtico Shakespeare inmaduro y como el más delicado de los dramaturgos del XVI.
GIL VICENTE Y LA MÚSICA.
“Un elemento importante en el teatro de Gil Vicente es la música: podemos llegar a decir que el peculiar estilo de este autor se define por el uso del lenguaje poético-musical. Como señalan los estudiosos de su obra, contrariamente a Juan de la Encina, que sólo utiliza sus canciones como cierre de algunas de sus Églogas, en Gil Vicente la música recorre toda su obra y forma parte integrante y activa del drama y del espacio escénico para el que fue concebido su teatro” (M. Morais Antología de Música para o Teatro de Gil Vicente).
La música en Gil Vicente no es sólo el ambiente sonoro que acompaña la acción de la obra, sino que cumple una función escénica. Duplica de forma lírica el discurso teatral, marca entradas y salidas de personajes, y resalta algún aspecto de su personalidad. Impulsa incluso la propia acción dramática, ambientando y alterando el ritmo y la tensión afectiva, o destacando algún momento decisivo del juego dramático. La música construye un puente mágico entre el mundo real y el ficticio. (Notas al estreno del “Auto de la Sibila Casandra”, Nao d'amores 2003)
VOLVER HOY A GIL VICENTE.
Las partituras originales del teatro vicentino no han llegado hasta nosotros de forma directa. Sólo conocemos la música de aquellas cantigas o vilancetes citados -total o parcialmente- en su obra y que fueron también recogidas en los cancioneros musicales coetáneos. Manuel Morais (op.cit) ha podido recoger 47 poesías musicadas de este modo, y, en estos quince años de trabajo con la Nao, hemos ido recogiendo otras. Hemos aprendido también a abordar el trabajo musical de forma más colateral, perdiendo el miedo a utilizar referencias indirectas, descubriendo versos musicados de texto similar, de acentuación o estructura semejantes. Imaginando, con estos elementos, la música que surge del texto, o incorporando la que nos sugieren los textos paralelos.
Así, en la “Nao d'amores” que presentamos ahora, hemos reconstruído dos vilancetes emblemáticos de la obra, que no podían dejar de ser cantados: “Muy serena está la mar” - con dos versos paralelos a una obra de Gabriel (CMP 330) - y “Carabela de Lisboa”, de la que se encuentran elementos en la ensalada “La Bomba” de Flecha, que por otra parte, también trata el asunto marinero.
El tratamiento musical de los personajes ha sido en ocasiones sencillo. El Negro de Beni tiene música conocida y citada en otra obra de Gil Vicente: “La bella malmaridada”, a la que hemos transformado no solo el texto, que aparece en “Fragoa de Amor”, sino también el ritmo, incorporando una cita de “La Negrina” de Flecha. El Principe de Normandía no puede dejar de cantar una Chanson, en este caso “D'ou vient cela”, conocida en la península, y de la que Cabezón escribió unas variaciones. Tampoco podía dejar de bailar una gallarda francesa de Attaignant. El Fidalgo portugués canta - y baila – sobre el único bajo de folía conservado en el Cancionero de Elvas “Que é o que vejo”. Las sirenas de esta puesta en escena tiene su referencia documentada, “A sombra de mis cabellos se adurmió”. La Nao se construye, claro es, al son de una zaloma sugerida por P.Rey, “Jançu Janto”, y se relata con un villancico portugués de Luis Milán, que no podía faltar en esta cita luso-hispana.
“Acabarse am mis plazeres” (CMBN 39) parece un título adecuado para el velho, y que el fraire loco dance al son de “D'aquel fraire fraco” (Lagarto, CMP 225) parece justo. Pero que éste cante una “Encomendaçao das almas”, como la sirena seductora una canción de roda, “Ay borda s'agua”, o que musiquemos el Parvo “Levantaste panadera...” al son de las populares panaderas castellanas, son elecciones que nacen del gusto por incorporar algunos elementos populares, seleccionados y tratados con el mismo cuidado y mimo que usamos para la música escrita, al teatro de la Nao.
Es la variedad de ritmos, el color de los instrumentos, las voces de los actores y músicos, los que nos descubren la existencia latente, secreta, sumergida, la punta del iceberg de la que hablábamos hace quince años, cuando la Nao d'amores inició este largo viaje.
Alicia Lázaro
COMPANHIA DE TEATRO DE ALMADA
La Companhia de Teatro de Almada, nació en 1978 cuando el Grupo de Campolide (fundado en 1971 por Joaquim Benite) se instaló en el teatro de la Academia Almadense, manteniéndose allí hasta 1987 e inaugurando en 1988 el Teatro Municipal de Almada, con sede en el antiguo mercado municipal de abastos. En el año 2006 se trasladan al nuevo Teatro Municipal Joaquim Benite, conocido popularmente como el Teatro Azul: un proyecto audaz de los arquitectos Manuel Graça Dias y Egas José Vieira, concebido de raíz para el funcionamiento de la Companhia en función de su proyecto teatral, en el contexto de un programa de desarrollo regional integrado. Con el fallecimiento de Joaquim Benite, Rodrigo Francisco, que había sido su ayudante desde el año 2006, pasa a ser el nuevo Director Artístico. Entre las características principales del trabajo desarrollado en los últimos años por la Companhia de Teatro de Almada, podemos resaltar:
- El empeño en la continuidad de la apuesta por una dramaturgia nacional mediante la creación de espectáculos con textos de (o a partir de) autores portugueses, clásicos y contemporáneos.
- El trabajo continuado de creación de públicos para el teatro y otras artes escénicas, desde una perspectiva de servicio público, trabajando en la fidelización de espectadores de todas las generaciones, a través de su programación de temporada, de una oferta artística variada y calendarios rigurosamente estudiados, permitiendo la involucración a largo plazo de la población local en las actividades desarrolladas en el Teatro Municipal Joaquim Benite.
- La organización anual (por la Companhia de Teatro de Almada y la Camara Municipal de Almada) del Festival de Almada, muestra de teatro de dimensión y referencia internacionales, cuya 33ª edición ocurrirá en Julio de 2016. Es considerado el festival más importante de teatro en Portugal; siendo responsable también de la internacionalización del teatro hecho por portugueses, así como del desarrollo de diversos acuerdos de cooperación entre creadores e instituciones portuguesas y extranjeras.
- La combinación equilibrada de la producción de creaciones propias con la acogida de espectáculos propuestos por otros agentes culturales de las áreas del teatro, la danza y la música.
- Un plan regular de actividades de servicio educativo.
- El establecimiento de acuerdos de cooperación con la Red Nacional de Teatros y otras instituciones culturales nacionales, que desarrollan una labor de descentralización de las artes escénicas.
FICHA ARTÍSTICA
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PRENSA
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